Después de todo lo visto, el reto no es reemplazar el sistema, sino enseñarle al país que lo que es ahora, es una impugnable deformación de lo que debe ser
La democracia, desestabilizadora y caótica, no ha podido resolver las demandas ciudadanas en estos tiempos de ciudadanías digitales superconectadas, que se jactan de los “memes” como su mayor conquista
La “indignidad” de lo pactado y el futuro castrochavista que se esgrimen contra el acuerdo, conllevan la idea que el pueblo -con mayoría de edad- es incapaz de elegir con sabiduría