Sucede que no hay verdades a medias. Y pasa que la práctica en la que se tortura un animal hasta su muerte con el fin de divertirse no es ningún acto cultural
Un grupo de individuos armados con banderillas, estoques y otros aparatos, frente a un animal noble, solo e ingenuo, dopado y con hambre, es una pelea desigual
El INVIMA en cabeza de Julio César Aldana deberá cerrarle la puerta a los productos testeados en animales, se aplicarán multas y se exigirá un certificado libre de crueldad animal