El virus coronado, que es aleatorio e impersonal, nos recuerda nuestra propiavulnerabilidad. Frente a él tenemos dos caminos: inventarnos al otro como enemigo o, cuidarnos mutuamente.
Cambio climático, pandemia, todo se torna turbio, cada vez más complejo, como una goma pegajosa de la que no somos capaces de desprendernos pese a nuestro esfuerzo
La llegada del virus al país probablemente se vuelva el pretexto para justificar el alza del dólar, el alza de impopularidad, la quiebra de negocios o el desempleo