Nunca antes, ni siquiera en 1929, se había tenido una comprensión tan rotunda del capitalismo y, sobre todo, de su versión más corrupta, el neoliberalismo
"Acerquémonos a los otros, pero inmaterialmente para así ayudar a quienes más lo necesitan; guardemos la calma desde nuestra casa y multipliquémosla a quien le falte"