Ya lo dijo el columnista de El País de Cali Julio César Londoño: el pasado 26 de agosto fue “un domingo para guardar”, aunque no precisamente como un día extremadamente grato
Quienes celebran la votación alcanzada, elevada solo si se compara con anteriores eventos electorales, deberían pensar que ello no es más que un lánguido consuelo
El empoderamiento de unas fuerzas sociales heterogéneas que pueden alcanzar cohesión frente a las imposiciones que adelantan unos sectores fue uno de los grandes logros