Planes de impulso, como “Colombia repunta”, no tienen presupuesto adicional y solo cacarean más duro lo que ya se ha establecido, para engañar a algunos ingenuos
Un poder ejecutivo alucinado de poder, un poder legislativo completamente desprestigiado, un poder judicial totalmente politizado, unos medios de comunicación que trasladaron la lucha burocrática a sus salas de redacción