Es comprensible que quienes rechazan el continuismo o temen se hayan dejado seducir por la narrativa jocosa del ingeniero. ¿Pero lo imaginan en la Casa de Nariño?
Nos han alfabetizado con sus símbolos del “american way of life” y sus mensajes subliminales que no hacen más que machacarnos el cerebro las 24 horas diarias
Ceder en el gasoducto de Alemania con Rusia, retirarse de Afganistán, recibir andanada en la Celac, muestra lo difícil que tiene EE. UU. su meta de liderar Occidente