Ella es capaz de oír las más terribles confesiones y no se escandaliza. Está cerca aunque queramos alejarla. Se inserta en nuestro discurso, se mete a las casas
Aunque Miguel Ceballos adujo razones personales, se supo que se disgustó por la intromisión de Uribe en asuntos de su competencia. ¿Le renunciarán todos a Duque?
Si cualquier día, en La Habana, se logró en cuarenta y ocho horas parar una guerra de cincuenta años con las Farc, ¿cómo no va a ser posible intentar la repetición de esa hazaña?
Como vamos, vamos mal. Colombia va mal. La protesta social puede estar a la vuelta de la esquina y entonces no habrá bolillo que ataje ni chorros de agua que apacigüen