Cuando leí que el gobierno gemía porque le habían secuestrado a 180 soldados lo primero que me vino a la cabeza fue “Y ahora, ¿quién podrá defendernos?”
La victoria de Jairo Yáñez en Cúcuta puede abrirle el camino a la derrotada familia política con negocios de minería a los que son oponen los ancestrales indígenas del Catatumbo