Conviene dejar en segundo plano al “cliente” y migrar con el discurso simbólico a la construcción y enamoramiento del “lector”. Desde ahí se puede marcar la diferencia
Corferias, donde iba a ser la Feria del libro hoy es un hospital, pero el libro sigue abriéndose camino. Conversación con Felipe Ossa, cabeza de la Librería Nacional