En medio de un tráfico invivible y la posibilidad de que el metro elevado golpee el paisaje, se dejan ver estas moles de cemento cuya fealdad cala en el alma
El rascacielos que iba a ser el más alto del país terminó en fiasco por las trampas del constructor Venerando Lamelas. Ahora es un cadáver en el centro de la capital