Así como quien va al gimnasio y evidencia sus resultados, un cristiano debe evidenciar tolerancia y coherencia con el evangelio, o si no ¿a qué va al templo?
Jugar con las creencias religiosas refleja la precariedad y degradación del debate político. Es una manera falaz de crear identidad: se está con el uno o con el otro
Aunque la ministra Angulo dice que los jóvenes pueden no tomar esta materia, el colegio donde estudia Cristian, que es público, no le da muchas alternativas