La familia que huyó al Cauca, sigue a la espera de un subsidio de vivienda que nunca les llegó. Solo recibieron 30 gallinas, unos bultos de cementos y 200 ladrillos
También disfrutaba vestirse de mujer en sus descontroladas rumbas pero sería su obsesión por el aceite que delataría las atrocidades del crimen que cometió