Nuestros pasos son el resultado del pensamiento, el camino recorrido, plasmado en una historia personal, llena de aciertos, de errores, felicidad y tristeza
Aunque en la Constitución de papel existe [el concepto de] ciudadanía, en la cotidianidad se respira el “Sí, señor, “como diga mi patrón” y el "gracias a Dios"