La historia le ha enseñado a Uribe que en un país adicto a la desestabilización y la violencia no hay mejor campo para una ideología política que la promesa de una guerra eterna
Con su actitud, el expresidente logró una de las cosas por las cuales rechazó el Acuerdo de La Habana: que el país viera a las Farc como un partido político
Los nuevos enemigos de la paz son esos sectores privilegiados que no vivieron esta guerra de pobres, y que son los grandes dueños de la tierra y el capital
El debate en redes sociales lo único que propone es despellejar vivo al violador, mientras Álvaro Uribe aprovecha trinando sobre abusos de menores por parte de las Farc