El fiscal dijo en una entrevista a Cromos en 2015, cuando recién estaba saliendo del Ministerio de la Presidencia, que Uribe era, ante todo, un patriota
“El que diga Uribe”, eslogan ni mandado a hacer para el ego del Grancolombiano, que repetiría la historia de los presidentes del presidente del Benemérito Vicente Gómez de Venezuela
¿Cuántas veces Uribe visitó Bajirá como gobernador de Antioquia? ¿Antes del litigio con Chocó había ido Luis Pérez, que ahora salió a recoger firmas para contrarrestar la información del Igac?
Deja mucho que pensar, lamentar y escribir que los que convoquen sean los “debates” en torno de personas, profesión de fe, condición de género, preferencias sexuales…
Tiene Uribe un obsesivo ánimo de confrontación con quienes se atrevan a cuestionarlo, al punto que es una metodología. ¿Por qué a sus seguidores no les preocupan sus despropósitos?
Con el visceral trino de Uribe no solo está en juego la integridad moral de un humorista, sino que se nos pretenda despojar del gran refugio de la risa