Al ver los ingresos de su familia afectados, una mujer decidió vender jugo de naranja en las calles de Pasto. El trato que recibió de las autoridades dio pie a este escrito
“Deseo volver a mi esencia, la educación y la pedagogía liberadora y formadora de ciudadanos autónomos y humanitarios, desde esos lugares seguiré contribuyendo”