El pueblo soñado sin contratos fracturados, sin vehículos ni fábricas contaminantes, sin indisciplina ciudadana, cambiaría pronto su cara, aunque llame a su alcalde “el tirano”
Los liberales y las coaliciones controlan la mayoría de los sitios donde vivirán los guerrilleros. Hay 5 alcaldesas y el uribismo tiene un solo alcalde