Pasó de su celda de oro a la tortura de la cárcel del dolor. ¿A los criminales que dirigen la banda desde alcaldías y gobernaciones, les importarán los dolores de Aída?
¿Alguien puede ser tan ingenuo como para dudar que esta operación se podía lograr sin el apoyo de los clanes Char, Gerlein, Name? Su descomunal poder desbordó al Estado