Pocos leyeron las cartillas de Gina, menos las de Uribe. Tampoco los Acuerdos de la Habana. Al fin del conflicto se multiplicarán las discusiones y la lectura será clave para construir una posición responsable
Para la inmensa mayoría el contenido de los textos acordados no interesa: votarán por el ‘sí’ porque implica el desarme de las Farc, o por el ‘no’ porque no admiten la conciliación con ellos
Dos años después del acuerdo político entre gobierno y sindicatos por el apoyo a La Habana, lo prometido a los trabajadores va y viene entre Mintrabajo y Minhacienda
Hasta en la música hay confusiones que tardan décadas en aclararse. Pronto vamos a ver cómo se enfrascará el país en otra discusión de forma: la del “plebiscito para la paz”
Durante seis meses, tras la firma de los acuerdos, habrá una oportunidad, que no se debe desaprovechar, de hacer las grandes reformas que se conviertan en leyes y decretos
Los Acuerdos de La Habana se incrustan en nuestra Carta, por siempre y para siempre. ¡Qué nadie se atreva a tocarlos! Juanpa se ha metido a jugar con candela