El analgésico “natural” que además de caléndula tenía diclofenaco, y los enredos con la ciencia de la ministra, ojalá no impidan que volvamos a descubrir el valor real en lo natural
¿Usted prefiere un clínico que sienta intensamente sus dolores y preocupaciones? O, ¿uno que con cierta frialdad aborde su sufrimiento como un problema para ser resuelto de la mejor manera?