Colombia es uno de los mayores exportadores de carbón en el mundo, generando anualmente alrededor de 60,9 millones de toneladas, lo que significa una fuente de ingresos relevante para el país.
Pero también esta cifra ha enfrentado críticas debido a los impactos ambientales - ya que libera grandes cantidades de dióxido de carbono (CO2), atrapando el calor de la atmósfera- y sociales asociados con la minería, incluidos problemas como la reubicación de comunidades, la contaminación del agua debido a los residuos que se generan durante el procesamiento y la afectación de ecosistemas.
“Los rellenos sanitarios representan el 6% de las emisiones mundiales de CO2. Es por ello, que como alternativa sostenible nace el combustible derivado de residuos, que además de reducir hasta en un 50% las emisiones de dióxido de carbono, evita que se generen gases de efecto invernadero en la disposición final de residuos”, señala Olga Lucía Gaviria Gerente de Geofuturo.
Dada la creciente conciencia sobre los problemas ambientales y la necesidad de abordar el cambio climático, Colombia también está trabajando en la diversificación de su matriz energética. Se están implementando medidas para promover fuentes de energía más limpias y sostenibles, como la energía hidroeléctrica y las energías renovables.
“La producción del combustible derivado de residuos va en línea con el objetivo nacional para el 2030 de reducir en un 50% las emisiones del CO2, ya que el uso industrial de este combustible, en mayor medida en la industria cementera y en las plantas de energía térmica, evita la emisión de más de 150 mil toneladas de dióxido de carbono”, indica Felipe Barros, Gerente General de Resiter.
Aunque el tema económico puede ser una barrera a superar, es importante tener en cuenta el impacto en la salud pública de los rellenos sanitarios, y lo indispensable que resulta el ir cambiando la forma de gestionar los residuos, para que la menor cantidad de ellos lleguen a estos vertederos, ya que son potenciales peligros para el medio ambiente y las personas.
“Con nuestra planta en Cartagena, donde gestionamos residuos aplicando tecnología e innovación, por ejemplo, evitamos que los residuos lleguen a estos rellenos, así estamos impactando positivamente a más de 1 millón de habitantes, mejorando también su calidad de vida y evitando enfermedades derivadas de la contaminación del suelo, aire y agua”, finaliza Felipe Barros, Gerente General de Resiter, empresa líder en la gestión de residuos industriales.