Ya quisiera Nairo Quintana que el Movistar le hubiera tenido la paciencia que le tiene el Astana a Miguel Ángel López. Cuando tenía 24 años Superman fue, en un sólo año, podio en el Giro y la Vuelta. Además sus condiciones siempre daba para pensar que sería campeón de una grande. Tenía un súper equipo para hacerlo. Pero nunca pudo consolidarse. En el Astana le han dado la oportunidad que pocos colombianos han tenido en el exterior. Ya en la primera semana del Tour perder más de 1 minuto es demasiado. Vendrán etapas que le favorezcan más pero sus ocpiones de llegar de amarillo a París se ven remotas.
¿Hasta cuando el Astana le seguirá dando la capitanía de un equipo que tiene a corredores como Fugslan, Lutsenko y tantos otros? Igual, los Kasajos siguen creyendo en el ciclismo colombiano. Apareció otro super campeón, Harold Tejada, con 21 años y ya apareciendo entre los mejores.
Además a Miguel Ángel no lo acompaña la suerte, siempre aparece una caída, un pinchazo, algo que le impide ganar. Si le va mal en este Tour -no ocupar alguna de las cinco primeras casillas- será relegado a la condición de gregario de su equipo y ahí sí, nunca volverá a ganar nada. En esta etapa perdió 58 segundos y debería haber estado con los mejores. Nunca estuvo.