Con un coliseo atestado de una afición que poco entendía la técnica o las reglas del juego pero disfrutaba cada segundo de los combates, terminó el sábado la competencia de Sumo.
El dominio fue de los representantes de Mongolia, Ukrania y Rusia en hombres, aunque en mujeres la venezolana consiguió medalla de bronce.
El Coliseo Mariano Ramos, como los demás escenarios deportivos de los World Games agotó boletería y muchas personas se quedaron sin ver el deporte más novedoso de estos juegos.
Además del uniforme diminuto, la corpulencia y la fortaleza eran elementos de atracción y algunos, como este competidor ukraniano se robaron las miradas de todas las mujeres