Sobre el artículo de Boaventura de Sousa Santos: “Europa debe regresar a la escuela del mundo, como alumna”, publicado en el periódico digital Público.es, el 10 de abril de 2017, tengo la siguiente nota.
Me parece que el sueño de una Europa unida no pasa de ser una utopía en abstracto. En el fondo lo que estamos viviendo con el terrorismo del Estado Islámico, con las migraciones, con la guerra de Irán, Libia, Siria y Ukrania, no es más que producto del viejo y nuevo colonialismo europeo y norteamericano.
En esencia es la crisis del modelo neoliberal que arrasa culturas e impone los dictados de las grandes trasnacionales que son las que en últimas definen el rumbo del modelo de acumulación a seguir por los estados y los gobiernos de turno.
El brexit en Inglaterra en un ejemplo elocuente de la famosa unidad europea y la crisis de Grecia otra manifestación del imperio del capital financiero que impone las medidas económicas a los pueblos, sin consideraciones sociales, ecológicas ni políticas de ninguna clase.
Es el imperialismo en su fase neoliberal el que está determinando las guerras y las crisis humanitarias de este siglo XXI, de manera que el sueño de la unidad europea solo puede llegar cuando se conquiste la unidad de sus pueblos, evento que está muy distante de la realidad política del continente, más aun, antes que evolucionar positivamente parece que la crisis hunde a estas sociedades en un callejón sin salida.
La esperanza parecería ser América Latina, pero miren cómo se está desmoronando el ciclo de los gobiernos progresistas. Entonces preguntamos: ¿qué se viene en éste siglo XI? No hay que perder la esperanza pero tampoco estar en las nubes, hay que seguir luchando pero con los pies en la tierra.