El maestro Fernando Botero llega a sus 90 años de una vida plena, una obra innegable y de repercusión mundial. Tal vez el único lunar de su vida puede ser su hijo, Fernando Botero Zea. Nacido en Bogotá, en 1956, hijo de Gloria Zea, una influyente impulsadora de arte en Colombia. Fernando estudió en Francia, en el Instituto de Estudios Políticos de París, donde se graduó en 1975. En los ochenta asistió a la escuela de negocios de Harvard. Por eso estaba más que preparado para afrontar el reto que le propuso Ernesto Samper en 1994, ser su Ministro de Defensa.
Después de haber sido concejal en Bogotá a principios de los noventa, y en 1994 logra el triunfo más sonado de su carrera política al ganar la presidencia Ernesto Samper Pizano. Justo al otro día de obtener la victoria su rival, Andrés Pastrana, reveló unos casettes en donde se comprobaba que el Cartel de Cali había invertido 6 millones de dólares en su campaña. Todas las miradas cayeron sobre Botero Zea, toda el agua sucia sobre él mientras Samper salía indemne.
Sin embargo, a finales de 1994, Botero Zea decidió romper el silencio y ante una rueda de prensa dijo una frase que estremeció el país: “el presidente si sabía”, respaldando las declaraciones del tesorero de la campaña, Santiago Medina, un prestigioso marchante de arte que por cosas de la vida se había metido en esa campaña presidencial. Con su ministro de defensa apoyando a Medina, Samper se quedaba solo. La versión de Fernando Botero era que el ingreso del dinero lo habían coordinado Ernesto Samper y Santiago Medina sin su conocimiento.
Por orden del fiscal de ese momento, Alfonso Valdivieso, Botero fue detenido acusado de estos delitos, conspiración para obtener riqueza ilícitamente a favor de terceros. Pasó 30 meses detenido en la Escuela de Caballería y salió libre en febrero de 1998. Sin embargo, cuatro años después, se le abrió el proceso por, supuestamente, haberse robado 800 millones de pesos destinados a la campaña presidencial de Samper, con esa plata compró una finca en Tabio. Fue encontrado culpable y condenado a 2 años y medio de cárcel. Eso sí, en entrevista dada a Noticias RCN en el 2007 mostró las pruebas de su inocencia.
Después de ese capítulo infausto, en donde acaso fue víctima de una conspiración, Botero se fue a vivir a Ciudad de México en donde es director del Grupo Editorial Estilo México, que publica la revista Estilo México, Espacio Corporativo, y algunas otras publicaciones de marcas como Peyrelongue.
Pero eso si, siempre tuvo el apoyo de su papá, el maestro Botero, que nunca dudó de su hijo.