La carrera deportiva de Caterine Ibargüenya tiene fecha de fin: los Juegos Olímpicos de Tokio 2021. La mejor atleta de la historia del país y que le dio una medalla de oro olímpica ya cumplió su ciclo y a sus 35 años, tiene claro que quiere seguir aportando al deporte y la sociedad desde el Congreso de la República.
Todos los colombianos la aman por sus logros, por lograr una medalla que nunca antes se había logrado en salto largo. Sin embargo, hay una mancha en su vida y de la que depende precisamente su futuro como política: su amistad con la familia Char.
Pese a que Caterine ya tuviera en mente ser política después del retiro, el impulso de los Char fue el que la terminó de convencer para hacerlo. No sería nada raro verla en los cartones para ser parte del legislativo colombiano en 2022.
La amistad entre la deportista y la familia más influyente de la costa caribe colombiana se consolidó en el año 2018. Cuando Alejandro Char era alcalde de Barranquilla la ciudad organizó ese año los Juegos Centro Americanos y del Caribe donde Ibargüen no decepcionó, llevándose el oro tanto en salto largo como salto triple.
El ahora ex alcalde y que todavía suena como candidato a la presidencia por Cambio Radical habría sostenido una reunión con Ibargüen en aquel entonces para ofrecerle su respaldo en su decisión de emprender en la política.
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