El programa institucional del Centro de Pensamiento Libre (CPL), Sapiens, realizó este pasado 21 de julio uno más de sus programas semanales dedicados a cuestionar y analizar críticamente la realidad que envuelve al mundo en general, titulado “El caso de Sri Lanka podría indicar el inicio de una posible crisis social mundial”, tema que fue abordado por el doctor Carlos Santa María, PhD. D. en Ciencias de la Educación en la Universidad de Barcelona (España), igualmente graduado en Trabajo Social de la Universidad Católica de Valparaíso (Chile), Psicólogo Social de la UNAD (Colombia), especialista en Estudios Latinoamericanos, Educación e Investigación de la Universidad de Nariño (Colombia), profesor universitario, escritor de más de 20 libros y creador de la Humanologia y el Geopoder como herramientas sociales para ayudar a comprender los variados tipos de caminos que guían a las sociedades humanas en su desarrollo.
Como miembro del CPL e integrante del Consejo Editorial, estuvo acompañado por algunos miembros del Consejo Editorial del CPL, como fueron la Ingeniera Industrial Sandra Liliana Pinto, el abogado y director del CPL, Carlos Eduardo Lagos, al igual el suscrito a quien le correspondió en esta oportunidad la conducción del mismo.
El programa consultó críticamente al profesor Santa María, con la intención de encontrar fundamentos de las problemáticas que se esconden detrás de algunos alzamientos sociales que vienen sucediéndose escalonadamente en varios países del planeta, cual es el caso específico de la isla anteriormente conocida como Ceilán, situada al suroeste de la India continental, que desde 1972 se denomina Sri Lanka.
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Inicialmente se indagó sobre las características que envuelven el colapso social en la Republica Socialista de Sri Lanka, iniciando su disertación con las antiguas palabras pronunciadas por el expresidente Gaviria, en cuanto dio inicio con su gobierno a la aplicación de las políticas neoliberales al insinuarle a los colombianos que estábamos siendo bienvenidos al futuro, maquillando la verdad cuando en realidad estaba dando lugar e inicio a las condiciones que nos han conducido a la actual crisis en la que nos encontramos.
A partir de la pauperización de las condiciones sociales, industriales, agropecuarias y económicas en que nos introdujo en su gobierno, parecido a las principales causales del colapso de Sri Lanka, país que se encuentra en medio de una inflación desbordada e incontrolable, cercana al 40% de incremento en los precios básicos de todos los productos, unida al descalabro del negocio turístico, al aumento exorbitante de los precios de los combustibles y de los insumos en general, problemática azuzada por los prestamos impagables al sistema financiero internacional.
Luego se preguntó sobre la posibilidad de que el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional estuviesen involucrados en la crisis de Sri Lanka, señalándonos la escalofriante cifra mayor a los 50 mil millones de dólares en deuda externa adquirida, como el principal argumento de los impagos del país, paralelos a la incapacidad de ser objeto de nuevos préstamos, sacando a relucir como ejemplo el caso de Irán, como posible camino de emulación en los pasos que deben adoptar los países en condiciones similares, ya que esta nación decidió desde hace varios años desistir y alejarse de este tipo de manejos con el sistema financiero mundial, mencionando también que hay una gran similitud entre lo que ocurre entre Sri Lanka y Argentina, en este último desde el gobierno de Macri, pues ambas economías se resintieron considerablemente después de realizar y obtener los préstamos para refinanciar sus deudas buscando mantener en funcionamiento sus aparatos burocráticos e instituciones estatales.
La ingeniera Sandra Liliana Pinto intervino para poner en contexto y consideración ciertos movimientos y decisiones económicas y políticas tomadas al interior de un país de 22 millones de habitantes, como Sri Lanka, en el que realizaron modificaciones en el aparato productivo agrícola, sector trascendental en su infraestructura productiva y alimentaria, buscando ahorrarse recursos para dejar de importar fertilizantes e insumos agrícolas que estaban siendo subsidiados, además para pagar los intereses de los créditos obtenidos, por lo mismo se trató de conducir a los productores del campo hacia una agricultura orgánica con resultados desastrosos, generando un desabastecimiento de alimentos, sobre todo del arroz, producto básico en la alimentación de sus habitantes, al igual que eran dependientes de una alta gama de productos importados, entre ellos los combustibles.
De esta intervención surgió la pregunta siguiente: ¿Lo anterior puede indicar que este modelo político y social neoliberal puesto en práctica debe ser transformado hacia lo multipolar o reformulado profundamente?
El doctor Santa María manifestó que los modelos de desarrollo de los países sometidos al neoliberalismo están basados totalmente en la importación masiva de productos desde los países desarrollados y en el desmonte del aparato productivo local, lo cual lleva a nuestros países a la dependencia total en quienes imponen las decisiones del propio sistema financiero, por tanto, la respuesta a la pregunta planteada es un sí absoluto.
La siguiente consulta: ¿la cultura occidental con el capitalismo como estandarte se debe empezar a preocupar debido a una crisis que se empieza a dar entre un discurso sobre libertad y una acción basada en un mundo sometido a unas reglas impuestas por ellos mismos?
La ingeniera Sandra Liliana y el profesor mencionado esbozaron unos acontecimientos y comportamientos de imposiciones que conducen a los países que recurren a recibir préstamos y aceptar ciertos procedimientos, simplemente a subordinarse ante un sistema capitalista por reglas salvajemente restrictivas y usureras con lo cual solamente son conducidos a un callejón sin salida, obligándolos a rebelarse contra una realidad avasallante por la inanición, ya que estamos ante casi 1600 millones de la población mundial bordeando la pobreza y el hambre, frente a unos países dominantes que solo buscan obtener beneficios en favor exclusivamente de quienes viven dentro de sus fronteras. Señalándose los casos patéticos de Haití y varios otros países en el resto del planeta donde sus poblaciones están enfrentadas a condiciones de miseria, ignorando a la equicracia como solución a este tipo de problemas.
¿Puede entonces Sri Lanka ser ejemplo y advertencia de algún tipo de declive de civilización? La respuesta no es otra diferente a manifestar que siendo el capitalismo un sistema de explotación descontrolada, sobre el cual están basadas las economías que dominan la civilización occidental, está dejando latente que es un modelo en conflicto con la existencia misma de la especie, por lo tanto, la respuesta es positiva con el planteamiento sugerido.
Saliendo a escena otro cuestionamiento: ¿es posible entonces pensar que lo que ocurre en Sri Lanka, Ucrania, Taiwán, y en otros lugares del planeta, señalan un cambio y reordenamiento del poder mundial?, la respuesta es que los casos son mayores a los señalados en la pregunta, pues ya en Panamá, Ecuador, Venezuela y hasta en Chile las sociedades se están viendo enfrentadas socialmente por las consecuencias que el sistema financiero imperante les provoca internamente, al llevar a sus economías hacia puntos de impago de sus deudas, abriéndole las puertas a otras potencias como China y Rusia para presentarse e intervenir con otros métodos de relación económica, algo que también se está presentando en Siria, India, además de otros países de África y Asia.
Llegando al caso nuestro, ¿Es el ascenso del progresismo con Gustavo Petro a la presidencia de Colombia una conexión con el resto de sucesos?
Manifestando los participantes de programa que se observa una clara correlación con los cambios que se suceden en el panorama mundial, lo cual obliga al nuevo gobierno a tener el tacto y el ingenio suficiente y necesario para producir los cambios sociales que la sociedad colombiana reclama. Esto implica repensar la función del Estado como servicio público transparente junto con una movilización de todas las fuerzas proclives al cambio, no exento de dificultades inherentes al sistema actual. No obstante, con esperanza potencial.
Igualmente se contó con el valioso análisis del PhD Serge Laurens desde Lyon Francia quien expuso: Asistimos a una crisis sistémica global (civilizadora o "colapso") que no se resuelve en un único evento que marque un antes y un después. La realidad es a menudo diferente.
Será un largo declive (una 'Gran Simplificación' como dice Nat Hagens) que durará varias décadas y que ya está en curso.
No es una línea recta hacia abajo, es de intensidad y duración variables (Efecto Séneca), sí, pero inevitable.
Lo mismo que no hay un solo evento apocalíptico que marque el declive del imperio romano o español: lo habitual son invasiones, conflictos civiles, crisis financieras, empobrecimiento, plagas, crisis medioambientales... ¿Les suena? Es lo que YA vivimos desde hace años.
Incluso en países como Sri Lanka, donde el proceso es más acelerado, la violencia no es de estilo Mad-máx. Habrá momentos agudos de declive y otros de estabilización, pero los primeros serán los que predominen. (Bueno, esto salvo un cataclismo total o una guerra nuclear que, visto lo visto, tampoco es descartable)
Pero, salvo hecatombe total, lo normal es esperar una serie de catastróficas desdichas de intensidad y duración variables.
Las crisis económicas cada vez más recurrentes, las burbujas especulativas, las pandemias y sindemias, el ascenso del fascismo y los líderes populistas, las crisis climáticas... todo son diversas caras de un proceso de declive civilizatorio que ya empezó.
Dicho esto, la diferencia entre el momento presente y otros declives sociales es que es a nivel planetario y esa caída es desde muy alto dado el nivel poblacional, tecnológico y civilizatorio alcanzado. En ese descenso, ningún agente externo puede ayudarnos. No creo que esto haga una diferencia cualitativa, sino cuantitativa.
Solo nosotros podremos amortizar la caída de nosotros mismos. Excepto que no nos demos cuenta de que no queremos darnos cuenta. Tautologías de nuestra propia paradoja existencial.
Por último el profesor Carlos Eduardo Lagos Campos presidente del Centro de Pensamiento Libre declaró que para que los países en vía de desarrollo puedan solventar está crisis mundial, deben agruparse en organismos multilaterales de intercambio de productos, servicios y de negociación con los organismos como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial etc.; con el fin de negociar en bloque su deuda pública y que esta no se pague con más endeudamiento, sino con acuerdos de recuperación, que permitan pagarlas sin capitalizar, ni incrementar los intereses; solo así estos países podrán sacar adelante sus economías, sin enfrentar el panorama preocupante que se observa a nivel mundial.
