“Me dejaron tirada en España, había pagado para que me llevaran hasta Italia, ahí me obligaron a prestar servicios sexuales en las calles, en pleno invierno desnuda y solo con un abrigo encima”
A Oscar como es su nombre de pila le conocí en Cúcuta, hace muchos años cuando era una líder social, hace poco un día cualquiera me agregó en Facebook “Michelle Dior”, una mujer que desde Italia quería contarme su experiencia de vida, ya no era Oscar, ahora había cumplido su proyecto de vida de reconocerse y ser reconocida con la identidad que construyó, a pesar del dolor de un episodio oscuro y un recuerdo que no se borrará jamás: el recuerdo de la Trata de Seres Humanos.
Michelle quería migrar; en Colombia la estigmatización era el pan diario, solamente podía trabajar en peluquerías o estéticas y deseaba hacer proyectos empresariales de espectáculos y negocios de entretenimiento, pero en ese campo no cabe una transexual. Marginada en el año 2010 ahorró 30 millones de pesos para pagarle a alguien la “llevada hasta Italia”.
Este traficante de personas, le sacó la visa para viajar, la ruta era por España, de ahí se dirigirían a Italia. El hombre en España secundado por una red de Trata de Personas, la obligó a ejercer la prostitución en las calles de Madrid, aducían que ella tenía una gran deuda, algo que no era cierto había pagado cerca de 15 mil dólares por el viaje.
Era invierno y Michell era obligada a prestar servicios sexuales semidesnuda, solo con un abrigo en un frío que para ella era casi imposible de resistir.“Los tratantes me quitaban el dinero, a veces ni comida me daban, me quitaron los documentos y solo tenía una tarjeta de teléfono que compré en el aeropuerto, con la que llamé a Colombia para decirle a mi madre que me encontraba bien, que no se preocupara por mi” me cuenta.
En las calles no desistía de su sueño de llegar a Italia, regresar a Colombia no era una opción, por eso sufría cuando veía policías en la zona, tenía miedo a ser deportada.
Le exigieron un pago de 30 mil euros por su libertad, los pagó con lágrimas y dolor, resistiendo el abuso constante de los “clientes prostituyentes”, en 6 meses los pagó, dice “sorprendentemente los hombres me daban más de la tarifa y lograba esconder dinero, algunos me daban más porque les contaba que me estaban explotando otras personas, en medio de todo sabía que existía un Dios muy grande”.
Cuando terminó de pagar la deuda los proxenetas no querían devolverle su pasaporte, entonces Michell sacó gallardía de su interior y les dijo “no les debo un centavo, o me dejan ir o me matan porque de todas formas me voy a escapar “, en la casa dónde se daba la explotación, los tratantes incómodos con el escándalo por la presencia de “clientes” le dieron el pasaporte y le dijeron “se larga calladita o se muere usted y toda su familia en Colombia”.
No tenía más opción era libre pero no tenía dinero, era una víctima usada y ultrajada por miserables que se lucraron de su sueño de migrar.
Me fui a las calles a “trabajar” no tenía más que mi cuerpo para calmar el hambre y seguir con mi proyecto de vida, así que en una semana recogió algo de dinero para pagar su pasaje a Italia, alimentarse y comprar ropa. Los proxenetas también le habían robado sus maletas.
Llegó a Italia, y buscó personas con las que se había contactado por internet, una mujer Argentina que vendía productos de belleza a domicilio y hacía tratamientos a mujeres, le dio solidariamente hospedaje en su piso y le dijo, “tú sabes mucho de belleza, asociémonos y trabajemos, la gente quiere estar bella y nosotros les pondremos bellas”.
Es así cómo empezó haciendo tratamientos faciales a personas en Italia, con mascarillas naturales, también les asesoraba en el color de cabello entre otros. Ahora Michell trata de olvidar ese episodio de su vida con su emprendimiento como “Asesora de imagen”, ha empezado a organizar eventos, su gran sueño, y ha hecho varios reinados de mujeres Trans, también organiza actividades y conciertos dónde las Trans muestran su talento en las Tablas o en la música. Poco a Poco crece, aprende y sana.
Se animó a contarme su historia porque según ella “le impactó todo lo que publico en la página” me dice que no se anima a denunciar por que los traficantes tienen la red desde Colombia y es un riesgo para su familia.
“Debemos migrar con derechos, con responsabilidad y no confíar en cualquier persona, así sea vecino o amigo que le prometan llevarle a otra parte del mundo, sé que me salvé de algo peor, que Dios me ayudó y que otras chicas no corren la misma suerte, así que deseo de todo corazón que todas las víctimas de Trata de Personas encuentre ayuda y pueda ser libre” Michell
@afro_candombera
