Dos buenos libros me regaló Antonio Caro. Uno publicado por Seguros Bolívar que no tenía idea que existía. Parece que la labor de divulgación y promoción solo es para los ejecutivos del grupo y no para la gente que le interesa y, otro del Ministerio de Cultura que fue un gasto inútil como le corresponde a los burócratas con rubros específicos. Cumplen con el presupuesto para no hacer nada. Los libros de Antonio Caro están en depósito en arriendo y no en las manos de los destinatarios, ni en las casas de la cultura etc. Etc... Este ministerio de Santos ha sido un fracaso como lo será esa paz con sus mil engendros. Y nadie deja el narcotráfico así no más.
En la sala de exposiciones de ArtNexus en la zona céntrica de Las Nieves se presenta una retrospectiva de Antonio Caro que se acaba el 24 de septiembre.
Mata de maíz, 1981
Me gusta el epígrafe de uno de los libros de Caro “Yo no soy sociólogo, ni historiador, ni alguna de esas cosas, pero sí soy miope y eso me permite ver muchas cosas de la realidad”. La verdad es que su trabajo siempre con actitud pobre ha visto íconos: Colombia con la tipografía publicitaria de Cocacola, la mata de maíz como la fuerza de la tierra y del continente americano, la denuncia de los estragos de la minería con la bandera de amarillo azul y rojo con lo que eso representa. O, la imagen de su nombre desvalorizado. Caro es una metáfora de lo inmaterial.
Colombia, 1980
Es un valiente que se atreve a desafiar el mundo, no es el artista productivo. Su actitud ante la vida es de un hombre sencillo que ha logrado imágenes. No muchas, pero desarrolla estrategias semióticas como la firma emblemática del líder indígena Manuel Quintín Lame pintada en la pared y escrito en la pared en verde celular.
Reconoce la O atravesada (que significa o larga y negra partida) en honor al primer grafitero: Francisco José de Caldas, quien la realizó antes de ser fusilado en Bogotá en 1816.
Quintín Lame, 1979
Con su actitud de “Arte Pobre” muchos de sus trabajos son de impresión Tipográfica. Todo está muy Caro, Caro no vale nada, o AQUINOCABEELARTE en honor a estudiantes muertos que fue el cartel protesta que se tomó un Salón Nacional. Ese salón que, es algo fundamental en el arte, desapareció por falta de presupuesto y se ha muerto en tristes salones regionales en donde nadie se destaca.
Todo está muy Caro, 1978
Con monedas de 10 pesos arma la cartografía de San Andrés, Providencia y Santa Catalina que se llama “La gramática Nacional”, retrato anticipado al abandono gubernamental y ahora, después de tanto manejo arbitrario de supuestos expertos, de la pérdida de los límites marítimos.
Gabriel, 2014
Como Torres García, el pintor uruguayo que realizó el mapa de América al revés, sin respetar el sur y el norte, Caro hace el mapa de la Gran Colombia perdida, para intervenir en la historia. O el tablero del computador realizado en bronce y que es el símbolo que otorgan a los premios de periodismo en la Fundación García Márquez.