Son más de 100 años de historia, más de un siglo de anécdotas, logros, triunfos y una que otra crisis que delinean el perfil de una pasión que nació por gusto de unos jóvenes descendientes de genoveses... una pasión vestida de azul y oro... una pasión llamada Boca Juniors.
La historia de la Copa Libertadores quiso que su última final, con partidos de ida y vuelta, tuviera como protagonistas a los más grandes e históricos clubes de la Argentina, los dos nacidos como equipos del mismo barrio: Boca enfrentará a River Plate.
En Colombia soy hincha de Millonarios, por la conexión Di Stéfano. La lógica diría que debería ser afín con el equipo de la banda roja, pero, en mi caso y a raíz de la primera final de Copa Libertadores que ví en televisión, siempre sentí simpatía por el equipo de la franja amarilla, que entonces vestían próceres como Gatti, Suñé, Pancho Sa, Potente, Mastrángelo, Perotti, Pernia, Sanabria... quienes bajo el mando del "Toto" Lorenzo se ubicaron en lo más alto de Suramérica en el 77 frente al Cruzeiro y un año después sobre un gran Deportivo Cali.
Al devorarme los textos de la historia de Boca, cobran vida personajes como el gran goleador Roberto Cherro, el "Leoncito" Natalio Pescia, quien jugó más de 350 partidos defendiendo esta divisa y cuyo nombre identifica una de las plateas de "La Bombonera"; la estirpe del inmortal No. 5 Ubado Rattin; los goles de Madurga en el Monumentale; el grito de gol de Paulo Valentin, quien se especializó en anotarle a Carrizo; el penal que Roma le atajó a Delem y que aseguró el título del 62; la clase y elegancia de "Rojitas"; la victoria sobre el River de Labruna en el 76; los 4 goles de García Cambón, en su debut en aquel 5-2 sobre Ríver; Brindisi y Maradona en el Metropolitano del 81; el trío colombiano de Bermudez, Serna y Córdoba, campeones de la región y del mundo; la clase de Riquelme y la efectividad de Palermo Tévez, los mellizos Barros Schelloto... en fin.
Hoy con nueva sangre colombiana, con Barrios (en quien parece revivir la garra de Pescia), en Villa y en el polémico Cardona, junto con los Pavón, Benedetto, Pérez, Nandez, Izquierdoz, Magallan, Olaza y demás herederos de esa "locura" llamada Boca, el equipo "xeneize" no solo quiere seguir sumando más victorias en los duelos sobre su rival de siempre, sino ganar el clásico más importante de la historia, el clásico que el planeta fútbol vivirá desde el césped de la Bombonera y que tendrá su epílogo en la cancha del Barrio de Nuñez el próximo 24 de noviembre.
Como si toda la expectativa y presión fuera poca, con el clima y el invierno apareció un torrencial aguacero para posponer por unas horas el pitazo inicial...
Boca no sería lo mismo sin River, pero la gloria solo será para uno de estos colosos del fútbol mundial. Desde Bogotá: ¡Dale, Boca!
