Hace poco se estrenó en Colombia la película Sound of Freedom.
Según la misma película su estreno mundial tuvo muchas dificultades a pesar de haber estado terminada desde hace más de cinco años.
La película ha desatado gran polémica en el mundo entero y no es para menos pues su temática; el tráfico de niños, se presta fácilmente para ello.
Al iniciar la película saca la leyenda de "Basada en hechos reales" y su taquilla no ha sido para nada molesta.
Solo surge una pregunta que la sociedad Colombiana tiene que hacerse: ¿Por qué no se ha desatado un gran debate nacional en torno a esta película?
Todos los medios, tan dedicados a cubrir cuánto escándalo salga, parecen estar ignorando esta película. Y esto nos debe llamar mucho la atención pues la acusación que hace esta película sobre Colombia es realmente indignante: según esta, este país es un paraíso y epicentro de la pedofilia, pederastia y el tráfico de niños.
Se sabe que aunque una película tenga la leyenda de "Basada en hechos reales" puede existir algo de licencia artística que modifiquen en pequeña o gran medida estos hechos reales.
Por todo esto hacen falta dos clarificaciones que deberían de exponerse:
Primero, es necesario saber que tanta verdad hay en la película.
Segundo, qué medidas concretas se han tomado por parte de la sociedad colombiana para evitar e impedir que los hechos que se narran en la película se sigan dando.
Ahora bien ¿Quién debe hacer estas claridades?
Si no es el gobierno nacional, que lo haga el bienestar familiar.
Si no es bienestar familiar que lo haga la policía de infancia y adolescencia.
Y si no lo hacen ninguno de estos entes públicos debería de hacerlo algún medio periodístico.
Pero no, en Colombia todos son sordos, ciegos, mudos. Nadie sabe nada. Y eso que el nombre de un ex presidente salió en la lista del Lolita Express.