En un mundo donde predomina la mentira sobre la verdad, las sospechas son más frecuentes y suelen coincidir con las certezas. Acerca de la pandemia del COVID-19 se han hecho multitud de afirmaciones, contradictorias entre sí y todas dizque son verdaderas:
- Que el virus fue producido intencionalmente en un laboratorio.
- Que provino accidentalmente de un animal.
- Que se generó en un laboratorio gringo, cuyo director lo vendió a los chinos.
- Que fueron los chinos quienes lo descubrieron y propagaron.
- Que por culpa de la tecnología 5G una epidemia local se convirtió en pandemia.
- Que Bill Gates lo había anunciado hace varios años.
- Que eso es una “gripita”, como Bolsonaro dijo.
- Que se puede prevenir tomando detergentes o hidroxicloroquina, como Trump sostiene.
- Que fue China la culpable de la expansión del virus, con la complicidad de la OMS, por no haber difundido pronto su aparición.
- Que no existe ningún medicamento para prevenir o atenuar la enfermedad.
- Que los cubanos han logrado reducirla con el Interferón Gama2.
- Que los médicos se equivocaron en el tratamiento porque el virus no ataca los pulmones sino la sangre.
En fin, un infinito número de explicaciones, entre científicas y especulativas... Vaya uno a saber quién dice la verdad.
Ahora va mi sospecha. Sabiendo que una minoría de multimillonarios controla el mundo (Illuminati, Club de Bildelberg, Masones, etcétera) y que ellos están muy preocupados por el alto crecimiento de la población y la anunciada catástrofe ambiental, motivos por los cuales es preciso reducir la población mundial siquiera en un 25%, ¿por qué no pensar que una pandemia sería importante para ese propósito?
Además, si las crisis económicas ni las guerras invasivas han logrado este objetivo, ¿por qué no pensar que recurrieron a la crisis sanitaria, ya que es una alternativa que parece provocada por la misma naturaleza y no fruto de decisiones políticas?, ¿acaso no sería una buena salida provocar la muerte de muchos ancianos, pacientes de otras enfermedades crónicas y de personas mal alimentadas o carentes de defensas inmunitarias?, ¿no escucharon a la directora del Banco Mundial preocupada porque “los pensionados están prolongando demasiado sus vidas y la economía mundial se va derrumbar si no se actúa ya”?
Me parecen demasiado ingenuos quienes piensan que muy pronto conoceremos la verdad verdadera acerca del origen, manejo y evolución de esta pandemia; creo que quizás se sabrá dentro de 50 o 100 años. Por mi parte, considero que fue fabricada con clara intención, no accidental, ordenada por quienes son dueños del 90% del planeta tierra.
Me responderán que no existen personas tan perversas como para cometer un genocidio de tal dimensión, pero yo les riposto que sí las hay. ¿Qué tal los millones de muertos que hubo en Irak con el pretexto de tumbar un gobierno no títere, dizque porque tenía unas armas nucleares peligrosísimas (cosa que era mentira)? ¿Qué tal lo que ocurrió en Libia con el objeto de robarle los hidrocarburos? ¿Qué tal lo que han tratado de hacer en Siria, Irán y otros países del medio oriente, acusándolos de terroristas?
Eso sin olvidar que Israel ordena asesinar a los palestinos, inclusive a niños y niñas, para que no se reproduzca ese pueblo, al cual quieren desaparecer para quedarse con su territorio. También que Estados Unidos ha bloqueado a Cuba durante sesenta años porque este país escogió soberanamente un sistema socioeconómico y político autónomo, no capitalista, ni mucho menos que le ha robado propiedades y dineros a Venezuela y pretende invadirla para apoderarse de sus recursos naturales. No terminaríamos este escrito si enumerásemos todos los genocidios cometidos solo durante el último siglo.
Para no ir muy lejos, ¿cuántos años llevamos matándonos los colombianos?, ¿por qué no ha sido posible hacer una reforma agraria integral donde la tierra sea para quien la trabaja?, ¿por qué en este país se asesina a todo el que habla de igualdad, justicia social, respeto y garantía de los derechos humanos o proponga un nuevo orden social? Hasta existe un partido donde militan los enemigos de la paz que eligió gobierno...
Este es el mundo en que he logrado sobrevivir de milagro. Quisiera para mi descendencia uno muy distinto, igualitario, pacífico y con justicia social. Quizás la humanidad, evolucionando hacia la solidaridad y el consenso, logre construir uno físico, no celestial, donde reine la felicidad para todos los seres humanos en armonía con la naturaleza, desterrando el odio, la codicia y la ambición desmedidas.
