Inmediatamente el gobierno Duque aceptó la renuncia de Gonzalo Sánchez como director del Centro Nacional de Memoria Histórica, fue nombrado en su reemplazo Vicente Torrijos, quien un par de días antes fue despedido de la Universidad del Rosario, en donde construyó una carrera académica de 19 años incluso llegando a ser profesor distinguido y emérito de la Facultad de Ciencia Política y Gobierno. Como lo reveló La Silla Vacía, Torrijos, quien es muy cercano a las Fuerzas Militares a las que lleva asesorando, al igual que al Ministerio de Defensa, durante más de 10 años y de las que ha recibido varias condecoraciones, se ganó dos contratos gracias a un doctorado que nunca completó. La universidad decidió retirarlo de su cargo tras saber que el título que Torrijos distinguía con orgullo no existía. En un comportamiento no tan usual, en pocas horas su perfil desapareció del portal del Rosario.