La primera sorprendida fue la propia guerrillera Anayibe Rojas, alias Sonia, cuando uniformados llegaron a sacarla de la celda donde estaba detenida para trasladarla a un barco. Permaneció la primera semana del 2005 en altamar. La decisión la tomó el gobierno Uribe, alertado por un supuesto plan de las Farc para asesinarla.
Tres hermanos de Fabián Ramírez, el comandante guerrillero del Bloque Sur que secuestró a Ingrid Betancourt, habían salido desde Peñas Coloradas en Cartagena del Chairá en el Caquetá con el propósito de tomarse el penal custodiado por la armada donde se encontraba alias Sonia, ficha clave para las finanzas del Bloque Sur. La idea no era rescatarla sino asesinarla antes de ser extraditada a los Estados Unidos.
Nacida en 1968 en la vereda Palestina, en las montañas del Huila, Sonia ingresó a los 21 años, en 1989, al frente 14 de las Farc. Le encomendaron inicialmente la misión de mover y cuidar una veintena de lanchas en un pequeño embarcadero sobre el rio Caguán en la ruta hacia San Vicente del Caguán. Estas transportaban toneladas de droga a los aeropuertos clandestinos de la región para despegar hacia Centroamérica. Llegó a controlar 50 kilómetros cuadrados que hay entre las riberas del río Caguán y Cartagena del Chairá. Sonia, de origen campesina sin acceso a educación alguna, vivió en Peñas Coloradas hasta que fue capturada en el 2004. Le encontraron $ 500 millones en efectivo y varios kilos de cocaína, además de armas. Fue trasladada a Bogotá y, una semana después, Estados Unidos la pidió en extradición acusada de haber exportado 600 kilos de cocaína.
A pesar de haber participado en tomas armadas como el ataque a las bases de Coreguaje y las Delicias, en donde murieron 53 militares y otros 62 fueron secuestrados, su detención fue por el negocio de la coca y se convirtió en una presa importante por la posibilidad de delatar a la cúpula del Bloque Sur entre quien estaban el comandante del Bloque Joaquín Gómez y su jefe director Fabián Ramírez. En efecto Gómez es uno de los guerrilleros de las Farc en la lista de la Interpol para ser extraditado.
Sonia conoció en la cárcel a su hijo de nueve años a quien no veía desde su nacimiento cuando fue forzada a abandonarlo y entregado en crianza a una familia de la región, como obligaba el reglamente guerrillero. Aprendió a leer en el presidio. Permaneció poco en la cárcel de Florencia en el Caquetá de donde fue enviada a Valledupar de donde un mes después fue extraditada, el 9 de marzo del 2005 en un avión de la DEA que la trasladó para ser juzgada por el Tribunal del distrito de Columbia en Washington, el mismo donde fue procesado Simón Trinidad señalado del secuestro de los norteamericanos
Dos años después, en febrero del 2007, el juez federal James Robertson la condenó a 16 años de cárcel contrario a la solicitud de sentencia de 60 años pedida por la Fiscalía norteamericana. Los 12 jurados reunidos en la corte del distrito de Columbia la encontraron culpable. Al emitir su juicio dejó en claro que había tenido piedad por "el bajo nivel de educación y el origen campesino (de la acusada que no correspondía con las acusaciones de la Fiscalía y el hecho de que Anayibe Rojas no había participado en el tráfico de drogas para beneficio personal".
Pronto Sonia, a sus 50 años recuperará la libertad por pena cumplida incluida la rebaja de dos años que obtuvo por buena conducta, quedando como el único integrante de las Farc detenido y extraditado a pesar de todos la persecución y los señalamientos de narcoguerrilla durante los años de conflicto antes de la firma del proceso de paz en noviembre del 2016. Un dato que pesa con fuerza sobre el historial de la DEA en Colombia y que estarían decididos a modificar con la extradición de Jesús Santrich que busca demostrar que las Farc a pesar del Acuerdo de paz, han seguido vinculadas a negocios de coca.
