Rodrigo Tovar Pupo, alias Jorge 40, fue escuchado por primera vez en la Jurisdicción Especial Para La Paz (JEP) desde su llegada a Colombia en 28 de septiembre de 2020 cuando lo deportaron después de pagar una condena de 12 años en Estados Unidos. El jefe paramilitar de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) llegó al Palacio de Justicia de Ibagué esposado, con chaleco antibalas y casco. En su mano llevaba un documento como aporte de verdad. Aunque la magistrada le pidió enviarle el documento digital, Jorge 40 le reiteró su deseo de entregárselo en físico para dejar constancia que es de su puño y letra.
En esta primer audiencia, Jorge 40 pidió a los magistrados que lo dejaran referirse a las víctimas como 'supervivientes' y no como víctimas, un término impreciso que prefería evitar usar en su vocabulario. El exjefe paramilitar hizo un recuento histórico remontándose a los años 70 y narró cómo su familia y él un joven estudiante del Colegio Loperena presenciaron el origen de la guerrilla y la violencia que arrasó con su ciudad natal, Valledupar que inició con el primer secuestro en 1973 cometido por una célula del M-19. Para el exjefe paramilitar las Farc todavía le debe a su región. A pesar del recuento histórico hecho por Jorge 40, en esta audiencia no se reveló nada nuevo sobre el conflicto armado.