La afamada multinacional chilena Falabella llegó a Colombia hace nueve años, abriendo su primer local en el Centro Comercial de Santafé, de Bogotá, con la misión de "fortalecer y ratificar la idea de que su presencia en el país es un desafío y a la vez una oportunidad para contribuir con calidad y buen servicio al crecimiento de los colombianos, generando no solo la mejor oferta de productos y servicios sino oportunidades de empleo, desarrollo y educación para sus habitantes".
Sin embargo, no todo ha sido color de rosa como lo pintan y aunque, según Falabella, han ofrecido productos de primera categoría ayudando a satisfacer las necesidades de sus clientes con precios accesibles (pero para aquellos con buenos ingresos económicos), de vez en cuando se apiadan y "solidarizan" con el colombiano de a pie (como usted y yo) dando espacio a jornadas de rebajas, que incluyen hasta el 50 % de descuento en algunos productos, generalmente de marca Falabella.
Todo lucía muy bien y, de vez en cuando, me daba un paseo por la sucursal de mi ciudad, tratando de encontrar esos nombrados descuentos, pero mientras me encontraba, como de costumbre, navegando en las redes sociales encontré en la página oficial en Colombia de la multinacional chilena en Facebook un reclamo de una mujer en el cual manifestaba su inconformidad por motivo de una publicidad engañosa: "Qué tristeza que Falabella dice estar dando el 30 % de descuento en sus madrugones cuando, en verdad, ha etiquetado doble con anterioridad y el descuento correspondiente hace que el precio (del supuesto descuento) quede cerca a su precio original. NO HAY DESCUENTOS EN FALABELLA (sic)!!! se puede encontrar en el muro, con más de 2.000 'Me gusta' y una larga lista de comentarios de personas expresando inconformidades similares.
Esto nos da a entender que Falabella, como muchas otras empresas, nos vende una publicidad engañosa. En este caso, la mujer, aprovechando una jornada de descuentos matutinos, compró un set de 12 vasos por $24.900; sin embargo, al remover parte del etiquetado, se encontró con el precio original del producto, $19.900, lo que significa que el cliente queda feliz y dichoso con los 5.000 pesitos que, supuestamente, se ahorró aunque Falabella sigue ganando lo mismo.
Casos como estos se presentan todos los días, con más frecuencia en temporada navideña, donde los compradores son a granel; las multinacionales que manipulan el monopolio comercial en Colombia nos venden una imagen engañosa y descaradamente se burlan de las ilusiones y necesidades del comprador, atentando contra el bolsillo, desgraciadamente de los más necesitados. Es por ello que no podemos dejar pasar por alto estas situaciones y debemos exigirle a la Superintendente de Industria y Comercio que ponga cartas en el asunto y realice las sanciones e investigaciones debidas, para detener esta insolente situación.
