Desde que salió libre el 17 de junio del 2020, después de pagar 33 años en una cárcel en Connecticut, Carlos Lehder, el capo del Cartel de Medellín, vive a las afueras de Berlín. El aislamiento en una celda norteamericana, lugar en donde vivió desde 1987, cuando se convirtió en el primer extraditado colombiano a los Estados Unidos, le pasó factura en su salud. Un evidente sobrepeso y un cáncer de próstata han minado sus últimos años.
Lehder cambió para siempre la estrategia con la que los narcos invadieron de cocaína los Estados Unidos cuando usó un islote a 40 kilómetros de las costas norteamericanas, Cayo Norman, en plenas Bahamas, para usarlo como punta de lanza y arrastrar las toneladas de coca que caían desde el cielo, tirado por los aviones, y recogidos por lancheros ubicados en la orilla del islote.
Aunque tenía cuatro cadenas perpetuas, Lehder pagó 33 años de cárcel. Su único contacto en Colombia era su hija, Mónica, pero desde que consiguió la libertad no se comunica con ella. Lehder vive en un hogar de beneficencia en las afueras de Berlín. Una de sus pocas entradas las deriva de su colaboración en la producción de la serie documental "Los Últimos Vaqueros de la Cocaína" producida por Rakontur y que atraería los reflectores hacia él a sus 73 años.