Han pasado ya 3 años y poco más de tres meses desde que quedó enmarcado para siempre en letras doradas el nombre del más grande futbolista de la historia de este país, aunque desde ese mismo instante también quedaría en evidencia la cara más nefasta y lamentable de cientos de colombianos en los que se despertaron los más repudiables sentimientos de odio y envidia hacia alguien que su mayor pecado fue poner a soñar a toda una nación futbolera. Él desde su exquisita zurda fue dibujando un camino que nos llevaría a realizar el mejor mundial de nuestra historia y que lo consagraría como el goleador de un mundial, siendo este sin lugar a dudas el hito más grande de cualquier jugador colombiano en la historia.
Es por eso que desde este lugar quisiera hacer un llamado a la reivindicación, al reconocimiento y sobre todo a la justicia con el ídolo James Rodríguez. Ese mismo que debería ser valorado como el más grande de nuestros iconos deportivos (o al menos futbolísticos), pero que por el contrario en muchas ocasiones se le trata como un enemigo de la patria, como si algún daño le hubiera hecho a este país; vaya paradoja… si nadie ama más defender la camiseta de la Selección que el propio James. Yo no me olvido de su llanto tras la eliminación del mundial, que no reflejaba otra cosa distinta al sentir de millones de colombianos que veíamos como un gran sueño se desvanecía en un abrir y cerrar de ojos, que en ese mundial se entregó y luchó en cada partido cual guerrero en batalla, a tal punto de ser molido a patadas en aquel recordado encuentro de los cuartos de final ante Brasil. Yo no me olvido de esas y muchas más hazañas del crack vistiendo la tricolor.
Aún está fresca la clasificación al mundial de Rusia 2018, ese largo y engorroso camino que durante dos años nos mostró por qué la eliminatoria sudamericana es la más difícil del mundo, fueron muchos los altibajos de nuestra Selección pero también fueron muchos los momentos en los que se sacó la casta en las circunstancias más adversas. En medio de este panorama vale recalcar que el jugador más determinante para lograr este objetivo fue James Rodríguez, el mismo que tantas veces se ha maltratado y desconocido con mucho de mala fe por parte de periodistas e incluso aficionados. Lo anterior se refleja en que terminó como el goleador de la Selección con 6 goles, además del mayor asistidor con 4 asistencias; esto sin mencionar que fue el mediocampista que estuvo involucrado en más goles de toda la eliminatoria. En pocas palabras James nos llevó al mundial… Y si, ya sé que muchos dirán que nos llevó un equipo y no solo un jugador; pero los invito a esta reflexión: ¿Por qué si se ha dicho muchas veces que en la eliminatoria pasada nos llevó un jugador al mundial en esta ocasión no se podría decir lo mismo y más teniendo en cuenta que en esta sí participó Brasil? Ah ya sé, porque en esta oportunidad ese jugador es James Rodríguez, en fin…
Por todo lo anterior y además por ser el verdadero goleador histórico de la Selección (goles en partidos oficiales) siendo un mediocampista es que lo considero el más grande de todos los tiempos, esto además de sus múltiples logros en clubes; pero cada quien sacará sus conclusiones. Es por eso que no puedo entender como exjugadores que ahora fungen como opinadores como es el caso de Iván Valenciano y Julián Téllez que tuvieron modestas carreras en las que solo pudieron destacar en un fútbol de escaso nivel como el colombiano se atreven a destilar tanto odio y a emitir comentarios cargados de cizaña y malas intenciones contra un jugador como James que es el que más alegrías le ha dado a este país, o como un tipo falto de identidad que se hace llamar dizque “El Patrón” se atreve a llamar "pechifrio" a una leyenda viviente del fútbol colombiano como el Sr. James David Rodríguez Rubio. La verdad es que siento vergüenza ajena por estos personajes, esa misma que ellos deberían hacer propia pero es evidente que su desfachatez y cinismo no se los permitirá jamás.
Siempre he sido un convencido que aquellos que emiten sus opiniones en los medios de comunicación tienen una obligación no solo profesional, sino también moral con quienes les siguen y les creen; ya que una de sus principales funciones es orientar (en este caso a los aficionados) a través justamente de su opinión, que debería estar siempre encaminada a contribuir a que las personas del común sean receptoras de análisis serios, hechos a conciencia y nunca cargados de veneno y mala fe. Esto se puede terminar trasladando a otros campos como por ejemplo las redes sociales, donde son capaces de acabar con el que sea, incluso con el futbolista que más alegrías le ha dado a este país. Por último y desde este humilde lugar no queda sino agradecer a nombre de todos los que creemos y apoyamos al más grande futbolista de todos los tiempos de Colombia por todas las alegrías que le ha entregado a este pueblo, porque nadie podrá negar que la Selección Colombia es uno de los principales motivos para unir al país o al menos al país futbolero.
