Los integrantes de la Primera Línea no requieren de ningún tipo de reconocimiento político para actuar como gestores de paz, siempre y cuando sus derechos civiles no estén afectados por sentencias judiciales. Para el penalista Iván Cancino, uno de los más reconocidos litigantes del país, es suficiente con que las personas que sean postuladas para cumplir esa tarea no tengan resolución de acusación o llamamiento a juicio ni estén condenadas.
En su opinión, el presidente Gustavo Petro, como autoridad suprema a la que la Constitución le confía la preservación del orden público, puede aplicar por analogía la figura del gestor de paz, así algunos críticos consideren que la condición de gestores de paz esté reservada a integrantes de grupos armados organizados. “Para respetar la independencia de los poderes solo haría falta que la decisión de reconocimiento de una persona quedara a cargo de un juez de la República”, explicó.
Si una tesis como la suya prospera, no sería necesario que el gobierno tuviera que impulsar indultos, ni amnistías, ya que la figura del gestor de paz está contemplada en la legislación desde 1997 y no fue creada por la Ley de Paz Total.