Sofía nació en la CLÍNICA UNIVERSITARIA COLOMBIA de la ciudad de Bogotá, el día 29 de junio de 2012. Todo parecía normal y cotidiano, como cualquier nacimiento, su familia esperaba su llegada con alegría y sin contratiempos, Sin embargo, ese sería el inicio de la larga y dura batalla que han tenido que pelear su madre Cindy Liliana Medina y sus abuelos luz Dary Mosquera y Juan Pablo Medina, con la CLÍNICA UNIVERSITARIA COLOMBIA Y EPS SANITAS.
El día 1 de julio de 2012 en la clínica Colombia, a Sofía se le realizo un procedimiento inadecuado, mientras la mamá se bañaba, ingresó parte del personal médico a la habitación y le suministró un suplemento vitamínico a la bebé sin la autorización de la madre, el cual trajo como consecuencia que la bebe desarrollara “ENTEROCOLITIS NECROTIZANTE” , patología que, explicada en términos comunes, es causada por una bacteria que ataca al intestino, descomponiéndolo e impidiendo su adecuado funcionamiento y afectando sus procesos digestivos, y en el peor de los casos, causando la muerte del paciente. El tratamiento para esta patología se denomina “COLOSTOMÍA”, el cual consiste en introducir un dispositivo dentro del abdomen del paciente para que realice allí sus deposiciones, dispositivo que debió llevar Sofía durante sus primeros 8 meses de vida.
Allí inició el largo y doloroso camino que han tenido que transitar Sofía y su familia, y que nos muestra lo que ha padecido esta niña colombiana de 3 años habitante del barrio Santa María de Suba de la ciudad de Bogotá, y que representa la situación de miles de colombianos que diariamente enfrentan los dramas causados por las deficiencias de su sistema de salud (EPS). El trámite para hacer la cirugía de retiro de la “COLOSTOMÍA” fue otro calvario, pues después de días y días de gestiones donde en la CLÍNICA PALERMO, entidad que también tiene convenio con EPS COLSANITAS, le dijeran que los equipos para hacer este procedimiento estaban dañados, finalmente, esta familia tuvo que hacer uso de los medios de comunicación para que finalmente le fuera realizado el procedimiento donde se le retiraría el dispositivo a la bebé.
Sofía hace parte de la población, que al igual que muchos colombianos, sobreviven a un esquema social que, no solo impide que las personas gocen de un servicio de salud digno y justo, sino también al grupo mal llamado las “MINORÍAS,” el cual está representado en realidad, por la “MAYORÍA” de los colombianos, personas de a pie, personas que trabajan(cuando el desempleo no es un problema), que viven en las periferias, que viven con el sueldo mínimo, que además de este sueldo mínimo, se les descuenta un 8% para aportes de pensión y salud, personas que lucha todos los días, que toman hasta 6 transportes diarios para llegar a sus lugares de trabajo (teniendo en cuenta que tan solo el sistema de trasporte público masivo de la ciudad de Bogotá “Transmilenio”, tiene un valor por pasaje de $1.800 pesos, dinero que presenta para muchos, más de los que usted creería, un desayuno completo, personas a las que sí es verdad que les cuesta un poco más la vida, personas que en principio, deben ser más valientes y aguerridas, más que usted y más que yo, pues no se pueden dar el lujo de no serlo, porque el día que no tengan esa fuerza, la vida les va a pasar por encima.
Desde su nacimiento, Sofía a tenido que enfrentar innumerables tratamientos para poder superar de alguna forma su patología, procedimientos que no solo son dolorosos, sino que además representan un gasto de dinero y tiempo que hasta la actualidad, no han sido reconocidos por su EPS, según nos informó Defendemos Liga de Consumidores de Bogotá, entidad sin ánimo de lucro que representa actualmente a Sofía y que está a cargo de la demanda contra la EPS SANITAS Y CLÍNICA UNIVERSITARIA COLOMBIA, este valor equivaldría a $100.000 pesos mensuales, dinero que hasta la actualidad sigue saliendo del bolsillo de esta familia estrato 2, habitante de la ciudad de Bogotá.
El objetivo de la demanda es que se le indemnice y reconozca a Sofía y su familia, no solo los gastos desde el día que se le suministró irresponsablemente el medicamento, sino que además se intente reparar de alguna forma los daños morales causados, y el dolor por el que ha tenido que atravesar esta familia. Sofía y su familia, junto con Defendemos, seguirán luchando de la mano contra la EPS COLSANITAS y CLÍNICA UNIVERSITARIA CLOLOMBIA para que por fin se haga justicia, para que así, Sofía pueda mejorar su calidad y pueda, de alguna forma, tener un desarrollo normal y una infancia feliz.
