Según la revista Business Insider Pablo Escobar tenía una fortuna superior a 3o mil millones de dólares. Su negocio de producción y entrega de cocaína en Estados Unidos y Europa le dejaba mover en promedio 420 millones de dólares a la semana. Escobar era una máquina de hacer plata y también era una máquina para gastarla.
La revista Forbes lo tuvo durante 10 años consecutivos como la séptima persona más rica del mundo. Durante los últimos años de la vida de Escobar, que vivió escondiéndose de la policía, el Ejército y de sus enemigos los Pepes, una mezcolanza entre paramilitares y otros narcotraficantes de carteles del Valle del Cauca, el capo estuvo escondiendo la mayor parte de su dinero en caletas que solo sus más cercanos familiares y hombres de confianza conocían.
La última caleta del capo la encontró su sobrino Nicolás Escobar, quien trabajó muy de la mano con Pablo Escobar. Esa caleta estaba en una de sus casas de Medellín, en el barrio Las Palmas. Allí, Nicolás Escobar, quien se ha dedicado a buscar caletas de su tío, encontró 18 millones de dólares, una máquina de escribir con la que el narcotraficante escribía sus comunicados como Los extraditables, su esfero personal de oro y una cámara fotográfica.
Los dólares, que fueron encontrados en 2020, los cuales al cambio de hoy son unos 70 mil millones de pesos no se pueden usar. Al estar ahí metidos entre la tierra por más de 30 años, se fueron pudriendo y hoy no valen ni un solo peso.