Miles de aficionados se habían reunido en el festival de música al aire libre “Tribe of Nova”, en el desierto del Néguev, a pocos kilómetros de la frontera militarizada de Israel con Gaza, se suponía que iba a ser una fiesta que duraría toda la noche, coincidiendo con la festividad judía de Sucot.
En lugar de ello, la fiesta se convirtió en un caos mortal cuando militantes de la Franja de Gaza invadieron repentinamente la zona, matando a tiros a cientos de personas y secuestrando a varias más mientras los aterrorizados asistentes corrían a refugiarse.
El servicio de rescate israelí Zaka declaró que los paramédicos habían retirado “entre 200 y 250” cuerpos del festival de música y que se esperaba que la cifra aumentara, mientras los equipos seguían trabajando para despejar la zona.
“Han masacrado a la gente a sangre fría de una forma inconcebible”, declaró a la agencia AFP Moti Bukjin, portavoz de Zaka. Los organizadores del festival afirmaron en un comunicado en las redes sociales que estaban colaborando con las fuerzas de seguridad para ayudar a localizar a las personas desaparecidas que asistieron al evento.
Un vídeo publicado en las redes sociales mostraba a una joven secuestrada por unos hombres en moto, mientras pedía ayuda a gritos. Otro hombre que se encontraba cerca fue llevado con las manos a la espalda. Otro vídeo mostraba a decenas de asistentes al festival, presas del pánico, corriendo por un campo, intentando entrar en sus vehículos, mientras sonaban disparos.
“Empezaron a dispararnos a quemarropa”, dijo Ester Borochov, de 19 años, quien consiguió huir en su auto, antes de que fuera alcanzado por las balas.
“Un joven nos llevó en su jeep. Le dispararon, perdió el conocimiento y su carro se volcó”, declaró Borochov al Canal 12 de Israel. “Nos hicimos los muertos, mi amigo y yo, durante dos horas y media... antes de que llegara la ayuda”, añadió. “Así es como sobrevivimos”.
Shoam Gueta, asistente al festival, contó a NBC News que huyó del caos con un grupo de 20 personas, escondiéndose en los arbustos durante casi seis horas, instando a la gente a permanecer en silencio y en su sitio, mientras se desarrollaba el ataque. Contó que vio cómo disparaban a la gente cuando intentaba ponerse a cubierto.
“Vimos a terroristas matando gente, quemando carros, gritando por todas partes”, dijo Gueta a NBC News. “Si decías algo algo, si hacías ruido, te asesinaban”.
'El 11-S y Pearl Harbour en uno solo'
La matanza del festival de música formó parte de un ataque más amplio contra Israel perpetrado por combatientes de Hamás y sus aliados, que atravesaron la valla fronteriza fortificada que rodea la Franja de Gaza antes de adentrarse en territorio israelí utilizando motocicletas, camionetas e incluso parapentes.
Según los informes, al menos 900 personas han muerto en Israel, un número asombroso que el país no había experimentado en décadas, y más de 680 han muerto en Gaza, donde la aviación israelí ha bombardeado el territorio en represalia.
Este lunes, los israelíes seguían conmocionados por la amplitud, la ferocidad y la sorpresa del asalto de Hamás, que el teniente coronel Jonathan Conricus, portavoz del Ejército, describió como “con diferencia, el peor día de la historia de Israel”.
“Nunca antes habían muerto tantos israelíes por una sola causa, y mucho menos por la actividad del enemigo en un solo día”, añadió Conricus, comparando el asalto con “un 11-S y un Pearl Harbour en uno solo”.
Abatidos como blancos fáciles
A medida que la escala del ataque y la magnitud de la carnicería fueron saliendo a la luz durante el fin de semana, los informativos israelíes se vieron inundados de llamadas desesperadas de personas que buscaban información sobre sus seres queridos desaparecidos, dijo la corresponsal de France 24 en inglés, Irris Makler, informando desde Jerusalén.
"Cada uno repetía como un mantra: 'Las autoridades no se han puesto en contacto conmigo'", añadió Makler. "Sobre el terreno en Israel hay mucho trauma por esto, especialmente todos esos jóvenes que estaban en una fiesta rave al aire libre y fueron tiroteados como blancos fáciles".
Muchos israelíes expresaron su indignación por el hecho de que se permitiera la celebración tan cerca de Gaza, lo que refleja la consternación generalizada por un catastrófico fallo de seguridad que se produce 50 años después de que una debacle similar marcara el inicio de la Guerra de Yom Kippur.
En declaraciones telefónicas a la AFP, Omri Shtivi dijo que las autoridades no se habían puesto en contacto con su familia para facilitar información u ofrecer ayuda para encontrar a su hermano, desaparecido tras la incursión en el desierto. “Sólo quiero poder abrazarle”, dijo.
En muchos países extranjeros, familiares ansiosos también esperaban noticias de sus seres queridos que asistieron a Tribe of Nova.
La madre de Shani Louk, una mujer germano-israelí de 22 años, pidió ayuda para encontrar a su hija después de haberla identificado en un vídeo que circulaba por las redes sociales, debido a sus tatuajes y a su largo pelo negro con las puntas teñidas de rubio.
“Nos han enviado un vídeo en el que podemos ver claramente a nuestra hija, inconsciente, en el coche de unos palestinos que conducen por la Franja de Gaza”, dijo la madre, Ricarda Louk, en un mensaje de vídeo que fue recogido por varios medios alemanes. “Les pido que nos ayuden si tienen alguna información. Gracias”, añadió.
La madre del británico Jake Marlowe, de 26 años, lanzó una petición similar por su hijo, diciendo que no se sabía nada de él desde el ataque.
“Ayer estaba de vigilante en una fiesta rave y me llamó a las 4:30 de la mañana para decirme que estaban volando cohetes”, declaró la madre de Marlowe al 'Jewish News' el domingo. “Luego, a eso de las 5:30 de la mañana, me envió un mensaje de texto para decirme 'señal muy mala, todo está bien, te mantendré informada te lo prometo', y que me ama".