Después de caminar en búsqueda de abonados para mi próximo libro, siento que es hora de cargar baterías, y al distinguir al ‘chamán Hipócrates’, cómodamente despaturrado en una de las disputadas bancas del parque Caldas, rápidamente me dirijo a hacerle compañía. El apodo obedece a que sus lecturas en las bibliotecas del Banco de la República y de Comfacauca, y su afición por los programas sobre vida animal en Tv Cable se orientan a temas relacionados con la biología, comportamiento animal, la salud basada en las plantas y sobre los cuales, en un lenguaje muy particular, gusta explayarse con sus contertulios.
—Con permiso lo acompaño— le digo mientras me acomodo en un extremo de la banca. —¿Cómo van esas lecturas y esos documentales?—
—Precisamente, estimado escribidor, ahora que vi esa cáscara de banano tirada en el suelo por algún guache, estaba pensando en la importancia de las frutas y vegetales en la dieta, relacionándolo con un documental que pasaron hace poco, sobre la vida de los gorilas y chimpancés, nuestros cercanos parientes… Resulta que los humanos molecular y genéticamente nos diferenciamos muy poco de los simios y estos basan su alimentación principalmente en hojas, tallos y frutas, a excepción de los chimpancés, que también comen carne, y se organizan en cuadrillas para acorralar, en las copas de los árboles, a otros monos de menor tamaño, a los que se los comen crudos… Nuestros antepasados humanos recolectaron frutos, cazaron y relativamente llevaban una dieta más natural, hasta que llegamos a la llamada civilización y actual sociedad de consumo, en la que los hábitos y alimentación sufrieron cambios radicales y empezamos a comer más alimentos procesados y refinados, sin fibra que estimule la motilidad en los intestinos y muchos con aditivos químicos, incluidas las carnes y exceso de azúcar y grasas de origen industrial, que son el mejor abono para el cáncer, la diabetes, la obesidad, arteriosclerosis, los infartos, etc, etc… ¿Usted cuándo ha visto a una vaca o a un gorila en su selva, con estreñimiento? ¿Se acuerda, cuando éramos muchachos y nos la pasábamos mañanas y tardes de vacaciones cogiendo y ‘jartando’ guayabas en el Achiral?… Tremendas plastas coronadas de pepas en rosario que dejábamos detrás de esos matorrales, cuando nos cogían las ganas… Pero vaya a ver hoy, un poco de gente estítica, con problemas intestinales, porque se la pasan a dieta de café, pan y cigarrillo… no se comen una fruta, en el país donde las hay de toda clase y baratas… en el almuerzo lleno de arroz, papa y yuca, dejan a un lado la cucharadita de ensalada que les sirven… ahí tiene las consecuencias: un poco de estreñidos, todos cadavéricos, que se demoran días en poder cagar y cuando lo hacen es una tortura, pues al final de tanto pujar, les salen a cuentaterrones unas bolitas duras y carrasposas, como las que botan los chivos y los conejos, que les bajan rastrillándoles las hemorroides… con lo que eso duele, porque a mi dieron…
Cuando iba a continuar su exposición, irrumpe Aristarco sonriente —¿Sí vieron el noticiero?... Le salió el tiro por la culata al intocable… Acusó al senador Cepeda de comprar falsos testigos y ahora el investigado es él, por hacer lo mismo que hizo cuando se reunió en el palacio de Nariño, con Job, para empapelar, comprando falsos testigos, al magistrado auxiliar Iván Velásquez, que los investigaba por parapolítica, … En Estados Unidos debió renunciar Nixon por chuzar teléfonos de la sede demócrata, y a Trump, el FBI lo investiga por la ayuda rusa en su campaña; en Guatemala, y con ayuda de investigadores de la Comisión Interamericana de Justicia, que lidera el mismo magistrado Velásquez, al que persiguió Uribe, ya tienen presos por corrupción a dos expresidentes, y el actual, es investigado; en Perú estuvo preso Fujimori por apoyar grupos paramilitares; en Brasil investigan a Lula;, en Argentina a la Kirchner; en Chile, al final se metieron con Pinochet, otro que al igual que Uribe se creía intocable… Ya es hora de que le pongan el tatequieto, pues se cree por encima del bien y del mal, con derecho a despotricar de todo el mundo a punta de tuites; pero sí se meten con él y le recuerdan las chuzadas ilegales que hizo a sus ‘amigos’ como Juan Moreno —el del helicóptero—, opositores, magistrados, periodistas: ahí si pega el grito en el cielo para decir que “es persecución política” y los trata de Hps… Esa cara de monaguillo rezandero y morrongo no le va a durar toda la vida…
Al distinguir al profesor Nelson Osorio pasando por el centro del parque me despido de mis chisposos amigos.