A propósito de la situación ocurrida ayer en el colegio INEM José Félix de Restrepo quiero compartir estás líneas sobre mi experiencia, ya que soy egresado de la entidad. La institución tiene unos altos estándares de calidad, allí fue donde cursé mis estudios de grado sexto a grado once. Fue mi mejor experiencia y quizá me tocó ver peleas entre compañeros, pero ahora esta situación me lleva a reflexionar sobre el tema.
El INEM de Medellín es un colegio ubicado en el exclusivo sector del Poblado, allí confluyen, por ser público, estudiantes de todos los niveles socioeconómicos, así como de los diferentes barrios de Medellín. En principio esto genera una tensión en la convivencia por las realidades de seguridad de la ciudad y a todo esto debemos sumar factores como los contenidos de medios de comunicación que no inciden de manera positiva en nuestra sociedad.
La situación de agresión que recientemente vimos en redes es un reflejo a escala de la ciudad y las desigualdades en Medellín y el país, por eso la educación no solo debe estar basada en la buena formación académica, sino también en la paz y la convivencia.
Medellín y Colombia deben generar espacios y modelos de convivencia basados en la solución de conflictos por la vía del diálogo y desarrollados desde los barrios y localidades, basándose en una verdadera política de seguridad y respaldado con inversión social que es lo contrario a lo que hace nuestra administración local.
Solo de esta forma y con cooperación de sectores como los medios de comunicación con contenidos menos violentos podremos lograr la reconciliación y una verdadera transformación cultural basados en deporte, educación y paz en la ciudad y el país.