La ministra de Agricultura propone: Colombia no es eficiente en la actividad agropecuaria (ni en productividad, ni en asignación de áreas de explotación) y ha perdido la soberanía alimentaria; conclusión, el objetivo prioritario es volver más productivo el campo, aumentando la productividad por hectárea o unidad de tierra, y destinar las diferentes categorías de tierras a lo que mejor se pueda explotar.
Sobre esto se superpone -aunque con menos incidencia para la ministra pero con más para todos los que ya sea a favor o en contra lo controvierten- el tema de la redistribución de la propiedad (expropiaciones, restitución y/ o apoyo al campesinado). Y también, impuesto desde afuera pero inevitable, el tema de los cultivos ilícitos.
Sobre la base de que la propuesta oficial parece acertada, a lo que se puede contribuir es al análisis de cómo se tienen en cuenta estos dos aspectos adicionales para establecer cómo se debe implementar.
Ante todo, precisar los elementos de análisis: objetivo, aumentar la productividad del campo en general. A tener en cuenta: la problemática de los cultivos ilícitos (no de la droga en general – ni si es buena o mala, ni si depende de la producción o del consumo, etc). Y el tema general del ‘campesinado’: la condición de ‘campesino’, los desplazados y la ‘restitucion’, la viabilidad económica de la explotación campesina y los cultivos de supervivencia.
En cuanto a los cultivos ilícitos, hoy ya solo la coca incide puesto que el cannabis, o sea la marihuana, se ha ido legalizando. La política seguida hasta hoy ha sido un fracaso: han crecido las áreas, la productividad, el consumo total y sobre todo los daños que la acompañan, ya sea la corrupción o el problema ambiental. Y como entre más se ha insistido en ella más ha aumentado y se ha asentado el negocio, lo predecible es que seguirá fracasando. En especial el programa de ‘sustitución’ poco ha servido cuando después de 5 años de vigencia hay apenas 3% de cumplimiento de las 99.097 firmantes del compromiso de sustituir que representan solo 46.000 hectáreas de las 237.000 inventariadas.*
Y para entender el tema del campesinado nada más claro que lo que se considera el mayor avance como es la sentencia del Tribunal de Cartagena. Se aplica a personas que perdieron su condición de campesinos antes del año 2000 y hoy están adaptados a otra vida. Tan claro es el problema de volverlos a su condición anterior que lo que se incluye son restricciones y obligaciones (para el beneficiario y para el Estado) para que esto se pueda cumplir (dos años sin poder vender, promoción de entidades asociativas, someterse a los requisitos de la UAF, actualización de registro catastral, alivio de impuestos pendientes, complementos de infraestructura, etc.). De las 100.000 familias que se estima podrían tener interés en dicho retorno a 17 cobija este fallo y solo 6 serían beneficiarias inmediatas. *
Porque los hechos reales y las tendencias naturales es que bajo las condiciones existentes ni la coca se acaba ni la opción de ser ‘campesino’ es viable.
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Los hechos reales y las tendencias naturales es que bajo las condiciones existentes ni la coca se acaba ni la opción de ser ‘campesino’ es viable
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La presentación de Felipe Tascón -responsable en el gobierno de responder a este problema- convence: el pensar en volver a la ‘ economía campesina’ o sea a una forma de época de explotación feudal es imposible. El costo del producto final campesino siempre será infinitamente mayor que el de la oferta del sector agroindustrial, por lo tanto su producto no solo no será comercializable sino que sería absurdo que no comprara y consumiera al precio más barato que le ofrece el mercado.
La forma asociativa le permite integrar y valorar su trabajo en el sistema de producción de ‘ Mercado’ (condiciones de financiación, de optimización de redes de distribución, de economías de escala comparables a las empresas agroindustriales).
La premio Nobel Dufflo fue más allá: mencionó como un ejemplo de formas de solución para ayudar a zonas específicas algunos casos en los que alrededor del montaje por parte del sector privado de una instalación industrial se le ofrece al habitante del campo empleo con ingreso estable, integración a los servicios y regímenes que ofrece el Estado. Etc. No sería malo pensar en complementar el modelo Tascón con incentivos para que esto suceda (subsidios, exenciones, obras por impuestos, etc.)
* El Espectador Dic. 22