El 2020 comenzó con una pandemia que con el paso de los meses se ha ido acrecentando y ha ocasionado que millones de personas se encuentren confinadas en sus hogares, debido a las decisiones que han tomados los diferentes gobiernos del mundo para hacerle frente a la crisis y aun enemigo que es invisible. El covid-19 al igual que otras crisis de salud que han afectado a la humanidad tardará un buen tiempo en ser un recuerdo y una etapa más de la historia de nuestro mundo.
Las pandemias llevan a tomar decisiones difíciles para los gobiernos; La economía, el empleo y los temas sociales son los principales grupos que más daño reciben de este virus. Sin embargo, en el caso de países como Colombia el gobierno de presidente Duque logró, después de casi dos años en el poder, encontrar una bandera por la cual trabajar en la que se encuentra en constante comunicación y conexión con la población del país. Una enfermedad siempre lleva a la unión y más aún si se trata de una problemática de salud pública que ha matado a más de un centenar de personas en todo el mundo.
A pesar de esto y de las buenas intenciones de muchos mandatarios, en la lucha de contra el covid-19 no ha sido posible encontrar una figura a nivel mundial que se destaque por llevar las riendas de esta crisis mundial. Hoy el mundo se encuentra en una etapa de nacionalismo dejando a un lado la multilateralidad. Personajes como Donald Trump quien está en búsqueda de su reelección, Jair Bolsonaro o Boris Johnson son el clásico ejemplo del egoísmo, egocentrismo e ignorancia sobre la principal consigna del ser humano: La supervivencia. Estos tres mandatarios por sus decisiones han sido responsables de la cantidad de contagiados y muertos en sus países. Hoy Estados unidos es el país con mayor cantidad de contagios y muertes en el mundo, el Reino Unido ya ha superado a España e Italia en la cantidad de muertes por días llegando a cifras cercanas a las 1000 personas, mientras que Brasil es el país más afectado de América Latina.
Personajes como Ángela Merkel, Emmanuel Macron, Andrés Manuel López Obrador o Alberto Fernández no han podido brillar y no se pueden considerar como líderes que encaran la lucha contra esta pandemia por las diferentes situaciones sociales que viven cada uno de sus gobiernos. La Canciller está a punto de dejar el cargo, Macron en los últimos meses ha tenido que aguantar las represalias de las manifestaciones de los chalecos amarillos y parte de la población que está en contra de sus medidas económicas, AMLO lleva poco más de un año en el poder y la débil economía mexicana se ha interpuesto en su discurso de unión y progreso, mientras que el presidente Argentino está recién posesionado en el puesto, recibió una economía muy débil y el Covid-19 ha cambiado por completo su programa de gobierno como también empeorado la difícil crisis por la que pasa argentina.
Estas dificultades son también son una oportunidad de oro para quienes sepan aprovecharla. Hace 11 años el mundo tenía en Estados Unidos y Barack Obama un líder y guía de este tipo de situación, hoy ocurre todo lo contrario, el ego de Trump y sus “buenos resultados”, “mi gobierno es el mejor en todo”, “vamos mejor que nunca” son el reflejo de la ignorancia, el poco intereses por los aliados y el bajo nivel político por que el pasa la principal potencia mundial. En el futuro vendrán más pandemias que nos llevaran a analizar los diferentes comportamientos de la humanidad, para eso el mundo debe prepararse y tener líderes que tengan la capacidad de crear alianzas entre gobiernos para superar una crisis que traspasa las fronteras.
El covid-19 no se detiene con la construcción de un muro, medidas económicas y deportación de personas. Este tipo de problemáticas de salud se enfrentan con medidas sociales, ayudas económicas, políticas y decretos que inquiera la seguridad de la mayor cantidad de personas posibles y para esto el mundo necesita de líderes, de gestores que controlen la situación y sepan guiar el barco hasta buen puerto. Ni Trump que quizás este sea el acabose de su posible reelección, ni Bolsonaro quien ha estado tan cuestionado y a quien le han sonado rumores de golpes de estado tendrán nunca la capacidad de dirigir un país, porque el populismo a lo único que lleva es al fracaso y para eso hay muchos casos, entre ellos Venezuela y Nicaragua.
