Colombia se ha caracterizado por ser una sociedad intolerante, así lo demuestra la historia y algunos actores de esta sociedad permanente exigen “respeto”.
El respeto es un término tiene diferentes interpretaciones, en primera instancia, como lo define la RAE (Real Académica Española) corresponde a esa veneración, acatamiento que se hace a alguien; pero también lo define como: miramiento, consideración, deferencia.
Al referir se al respeto humano, nos indica que es Miramiento excesivo hacia la opinión ajena, antepuesto a los dictados de la moral estricta. A partir de estas definiciones, se puede decir que el respeto es algo que se gana, que corresponde a la dignidad de la persona, a su recorrido o también su posición dentro de la estructura de una organización, por la autoridad que tiene y el poder que ejerce.
Así mismo, y desde el punto de vista de la RAE también es “Miramiento excesivo hacia la opinión ajena, antepuesto a los dictados de la moral estricta”. Por otra parte, el diccionario de Oxford define el respeto como “transitivo. En sentido favorable: tratar o considerar con deferencia, estima u honor; sentir o mostrar respeto por” los dos diccionarios tienen en común el concepto de deferencia, consideración.
Pero que se entiende por deferencia o por consideración. Los mismos diccionarios los definen así; Rae: Deferencia: Adhesión al dictamen o proceder ajeno, por respeto o por excesiva moderación; conducta condescendiente; Muestra de respeto – que ya se definió- o de cortesía.
Mientras que cortesía lo define como: Demostración o acto con que se manifiesta la atención, respeto o afecto que tiene alguien a otra persona. El diccionario de Oxford los define como: Caracterizado por la deferencia; mostrando deferencia; respetuoso. Mientras que al definir cortesía se refiere a: la conducta apropiada para personas de la corte o de la noble cuna; las cualidades o comportamientos que idealmente se esperan de un caballero, noble etc., como generosidad, bondad, lealtad, probidad y alegría; conducta caballeresca.
Hasta aquí es claro que cuando una persona exige respeto, se está refiriendo al trato, pero se aleja de las definiciones anteriormente expuestas, por varias razones: La primera corresponde a la deferencia, y la segunda a su dignidad.
Un ejemplo de la mala utilización del término respeto: Una persona hace una corrección fraterna a un compañero, este reacciona de manera alterada y exige “respeto” la corrección fraterna es un acto humano orientado a enseñar, a mostrar que algo ha sido interpretado erróneamente, pero en ningún momento puede ser entendido como “irrespeto” que no es otra cosa que falta de respeto, y entramos entonces en un “bucle” de interpretaciones; libros importantes que afectan de manera positiva y enseñas patrones de comportamiento social, han hablado sobre la tolerancia, sobre el respeto y también sobre la corrección fraterna, tomo como ejemplo a la Biblia, en Mateo 18, 15-17 para este último término.
La corrección fraterna aparece inscrita en la tradición cristiana, Jesús marca unos parámetros de cómo se debe proceder cuando algún hermano de la comunidad ha fallado o ha cometido un error, en ese sentido la pedagogía busca introducir una lógica desde el amor, la misericordia, la inclusión.
Teniendo en consideración lo anterior se puede inferir que el respeto en sí mismo, no se exige, sino que se gana o se tiene, pero a su ves se debe entender que es una obligación moral hacer correcciones fraternas, sin que eso implique una falta de “respeto” en el entendido popular.
Otro aspecto es utilizar expresiones para referirse al comportamiento que debemos tener con las otras personas, en términos comportamentales, conceptos como tolerancia, empatía, simpatía, alteridad, maltrato, acoso, vulgaridad entre muchos otros, pueden considerarse en este escrito. Entonces, la tolerancia, es definida como: respeto a las ideas, creencias o práctica de los demás cuando son diferentes o contrarias a la propia.
Este concepto, se acerca más al comportamiento en sociedad, en la organización y en la familia. Por otra parte, ¿Qué es alteridad? “Es ser capaz de aprehender al otro en la plenitud de su dignidad, de sus derechos y, sobre todo, de su indiferencia. Cuanta menos alteridad existe en las relaciones personales y sociales, más conflictos suceden.”
Se trata entonces, de percibir al otro, desde la generosidad, identificarlo y respetarlo como otro, no querer en ningún momento, que él sea como yo, ni que yo sea como él; entrar en la diversidad, establecer diálogo con lo ajeno, escuchar y observar al otro y reconocer lo distinto. Frei Betto, propone las siguientes vías, que harán posible una mejor convivencia en la relación con el otro: “la vía del amor, si quisiéramos utilizar una expresión evangélica; la vía del respeto, si queremos usar una expresión ética; la vía del reconocimiento de sus derechos, empleando una expresión jurídica; la vía del rescate del realce de su dignidad como ser humano, si queremos utilizar una expresión moral, o sea, eso supone la vía más corta de la comunicación humana, que es el diálogo y la capacidad de entender al otro a partir de su experiencia de vida y de su interioridad.”[1]
Esto nos lleva al concepto de empatía que como lo define la RAE corresponde al sentimiento de identificación con algo o alguien, en otras palabras es la capacidad de identificarse con alguien y compartir sus sentimientos, encontrándose el concepto con el de simpatía, que corresponde a la afectividad entre personas, que se da por lo general de manera espontánea y mutua. Los contrarios serían interpretaciones erróneas que pueden convertirse o llevar a maltrato o incluso a acoso.
Es conveniente entonces, entender que una sociedad viviría en paz, si conociera en su totalidad estas definiciones y su aplicación para una sana convivencia. Por qué esta reflexión, en una organización donde hay tantas personas, con diferentes roles de autoridad y poder, es conveniente que quien llegue a tener bajo su subordinación a otras personas, comprenda y aplique estos conceptos, de lo contrario el comportamiento asimétrico en la organización guardará relación directa con el comportamiento de los ciudadanos maltratados en el seno de sus organizaciones es el reflejo del comportamiento en la sociedad en general y el hogar en particular.
Como educar al “vulgo” en estos términos. Un ejemplo se vivió en Bogotá durante la alcaldía de Antanas Mockus, tratando de trasformar el comportamiento de los ciudadanos y mediante ejercicios didácticos, fue encontrando puntos comunes para una sociedad tolerante. Podría retomarse el ejemplo nuevamente, para esta nueva generación, considero que lo bueno hay que retomarlo y porqué no, replicarlos en todas las organizaciones.
[1]En Cano C “ENTENDER LAS DIFERENCIAS, MULTICULTURALIDAD, FRAGMENTACION Y TERRITORIALIDADES”