“Un niño o niña y menor combatiente es toda persona menor de 18 años que es miembro o está vinculado a las fuerzas armadas gubernamentales o a cualquier grupo armado regular o irregular, en lugares donde exista o no un conflicto armado. Niños y niñas que realizan tareas que van desde la participación directa en combate, la colocación de minas antipersonales o explosivos, la exploración, el espionaje, la carga, la cocina, el trabajo doméstico, la esclavitud sexual u otros reclutamientos con fines sexuales” (Unicef, 2012).
¿Qué podemos hacer para evitar el reclutamiento de menores por parte Grupos Armados Organizados al Margen de la Ley (Gaoml) en Colombia, siendo el más notorio las disidencias de las Farc?
A través de varios métodos los menores son arrancados de sus hogares, de sus familias, por lo general campesinas y humildes, esclavizándolos y llevándolos obligados a la guerra, incluso utilizados como escudos humanos.
Se conoce de tres métodos que utiliza actualmente las disidencias de las Farc, según investigación de inteligencia.
Primer método
Las milicias envían a hombres que bien vestidos y con buen léxico lucen atractivos dispuestos a enamorar a niñas desde los 12 a 16 años de edad, las atraen, las enamoran con regalos, el celular de moda, con dinero, con promesas de proyectos de vida inalcanzables para esas zonas.
Segundo método
Arrebatan a los hijos de campesinos, comunidades indígenas, hogares humildes, obligándolos a callar implantando el miedo para que las familias de las víctimas no denuncien, por las amenazas que sobre ellos recae; el temor de las víctimas por el riesgo que corren sus vidas; con el paso del tiempo lleva a que algunos menores se adapten a estar en el Gaoml por las necesidades que allí les satisfacen de comida, protección y en algunos casos un salario, lo que los lleva a pensar que no se está cometiendo un delito con ellos.
Tercer método
En zonas alejadas, donde los campesinos deben pagar impuestos a la guerrilla o si cometen alguna falta a las normas establecidas por estos grupos, si no pueden pagar con dinero, deben ofrecer a sus hijos menores de edad.
Los menores son reclutados e internados en centros de entrenamientos denominados escuelas de cursantes donde son entrenados para cometer actos delincuenciales, se encuentran ubicados en sitios apartados de Colombia. Gentil Duarte E Iván Mordisco, pertenecientes a las disidencias de las Farc, reclutan niños y menores en el Caquetá, Guaviare y Meta.
Según un estudio realizado por el Politécnico Gran Colombiano se encontró que, sumado a los métodos anteriormente mencionados, se presentan las siguientes causas:
- Falta de oferta educativa
- Carencia de recursos económicos
- Venganza
- Violencia intrafamiliar
- Poder que otorga escalar dentro del grupo (Gaoml)
- Fascinación hacia las armas
- Remuneración económica (en muchos casos no se cumple con los pagos a los menores)
- Sustento alimenticio
Un cambio del reclutamiento de menores que implemento las disidencias de las Farc fue pasar de las zonas rurales a las zonas urbanas donde concentran sus actividades, también la incorporación de extranjeros, ya que en los últimos enfrentamientos con la fuerza pública, se encontraron con combatientes fallecidos mayores de edad sin registro dactilar registrado en Colombia, se cree que se aprovechan de la situación de migración irregular de estas personas.
¿Pero qué pueden hacer los colombianos ante el riesgo de que los menores sean reclutados por los Gaoml?
Según la Defensoría del Pueblo, hace falta comunicación articulada, más allá del diálogo que pueda existir entre funcionarios y funcionarias de distintas entidades. Unir o enlazar acciones eficaces para la prevención del reclutamiento entre autoridades civiles del orden nacional, territorial, municipal y departamento es vital. Sin embargo, no se encontró evidencia suficiente frente a la prevención del reclutamiento de menores en Colombia por parte del ente.
Siendo el caso donde los menores sean raptados violentamente para ser reclutados, lo mejor que deben hacer sus padres y familiares es denunciar ante las autoridades policiales el secuestro del menor, con intención de generar un antecedente y posible recuperación de la libertad del mismo.
En el caso de evitar que los menores sean seducidos o engañados, los padres o adultos responsables de los menores deben Integrar a la Familia en un ambiente de comunicación, respeto y confianza, establecer lazos de afecto y convivencia positiva con familiares, grupos de amigos, vecinos, maestros, etc. Reconocer a los menores los logros, habilidades y capacidades personales, crear buenos hábitos como el estudio, lectura y participación en actividades fuera de la escuela como el deporte, fortalecer la autoestima en el menor.
Por otro lado, para enfrentar el riesgo que corren los niños, niñas y adolescentes en un alto porcentaje del territorio nacional, el Icbf informa que posterior a la firma del acuerdo de paz, entre 2017 y julio de 2019 se habían destinado para la prevención del reclutamiento ilícito y la atención de los menores desvinculados de grupos armados ilegales 17.584 millones de pesos destinados a 134 municipios de 26 departamentos.
