Aprobado el Plan de Desarrollo de Barranquilla (PDB) con el Acuerdo N° 0011 de abril 22 de 2016 del Concejo Distrital, y estampada la firma del alcalde Char, se puede iniciar la evaluación tanto de la parte estratégica como su plan de inversiones. Según la Constitución Nacional y la ley reglamentaria 152 de 1994, debe existir coherencia entre el Plan Nacional de Desarrollo y los Planes Territoriales que tienen como telón de fondo las políticas neoliberales de libre comercio y el predominio del capital financiero.
En la parte estratégica son cuatro los ejes del PDB: Barranquilla Capital del Bienestar, del Progreso, de Espacios para la Gente y de Servicios Eficientes. En cuanto a la salud, no se advierten las deudas de las EPS con la IPS Universitaria, operadora del servicio, que es una de las principales trabas a los servicios de calidad. A la pobreza y la desigualdad se les da un tratamiento como si estuvieran en vías de solución cuando no es cierto, y la encuesta Barranquilla Cómo Vamos encuentra que casi la tercera parte de los barranquilleros se acuestan sin tomar la tercera comida, lo que es un caldo de cultivo para la inseguridad reinante. El análisis económico es muy pobre: soslaya la desindustrialización creciente de la ciudad y destaca las zonas francas que son predominantemente actividades de ensamblaje, sin encadenamientos productivos y bodegaje que tienen importantes exenciones de impuestos. Descuida el hecho del aumento del desempleo en el distrito y le pone metas imprecisas. Se reconoce en el PDB el retroceso en el servicio de energía, al disminuir su cobertura del 100% al 75%, que muestra el fracaso de la privatización con Electricaribe. En cuanto a la movilidad resalta el hecho de que se presenten a diario entre Barranquilla y Soledad 662 mil viajes a pie como si fuera algo beneficioso y “equitativo”, cuando se da por la pobreza de la población.
Pasando al plan de inversiones y financiación vienen los dolores de cabeza. Lo primero es que el PDB subraya el beneplácito de la banca nacional y los organismos multilaterales con el cumplimiento del distrito de sus obligaciones al punto que cuando salieron al mercado a endeudarse por $660 mil millones le llovieron ofertas por $1.1 billones. Por eso en la página 212 colocan como la primera acción en la gestión fiscal la “Reforma y actualización permanente del estatuto tributario”, con lo cual no habrá reglas de juego estables en esta materia, seguido de la independencia catastral. En ese sentido estiman que el predial aumentará en $25 mil millones anuales y que en el año 2017 “crecerá en un 19%, equivalente a $46.500 millones”. El Marco Fiscal de Mediano Plazo y el PDB “proyectan cancelar por amortizaciones e intereses $380 mil millones durante los próximos 4 años”. Por deudas de administración anterior el distrito pagará una tasa de interés de DTF, 6,52%, más 2.7%, en total 9,22%; y los créditos del presente mandato serán pagados a la tasa de Interés del Banco de la República, IBR, 6,9%, más 5%, total 11,9%. A esto hay que agregarle que el PDB contempla que del monto total de 17,2 billones adquirirá créditos de Alianzas Publico Privada APP por $3,3 billones.
La conclusión es categórica: el Plan de Desarrollo de Barranquilla traerá un endemoniado endeudamiento con la banca nacional y extranjera, nuevos impuestos y alzas en los antiguos que caerán como fardos sobre los empobrecidos barranquilleros, las clases medias y empresarios que, ojalá, no sigan diciendo "¡Cójala suave!" sino que se atrevan a encarar la realidad y a rechazar la cínica reforma tributaria permanente.